Ser uno mismo es no depender de la opinión ajena, sino encontrar
dentro de nosotros nuestras cualidades y valores para reconocer lo que
realmente somos y hacer lo que nos gusta.
Cuando uno es auténtico y sincero,
ya no importa nada de afuera, lo único que nos importa es ser como
realmente nos gusta ser, expresando la alegría y las ganas de vivir y
transmitiéndola a aquellos que la necesitan.
Muchas personas prefieren vivir una vida vacía y espejada en la vida
de los demás, esforzándose por agradar y olvidando que a quien realmente
tienes que agradar es a ti mismo.
Tener una vida es descubrir el Dharma o propósito de vida de cada uno y desarrollarlo. Nuestro
Dharma es aquel que nos da satisfacción y felicidad realizando una
actividad, y ésta, además, da magníficos resultados. Esta actividad es
mucho mas provechosa si también sirve a los demás, y adicionalmente,
genera seguridad económica y sabiduría para aplicarlo.
Resumiendo, cuando eres tú mismo y ya habiendo descubierto tu
propósito en la vida, nada te detendrá en el logro de tus objetivos ni
podrá interferir en tu felicidad y la de los tuyos.
Estás conectado con tu propósito Divino y practicando la ley del Amor.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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