Bienvenidos a Conociendo tu alma!

BIENVENIDOS A CONOCIENDO TU ALMA!!!

Infinitas gracias por estar aquí!. Sin cada uno de Uds. no sería posible seguir adelante. Este blog, lo he creado para brindarnos la oportunidad de descubrir en conjunto porque estamos aquí, cual es el motivo por el cual Dios nos envió a este mundo, por eso el nombre del blog: CONOCIENDO TU ALMA!!!

Si quieres formar parte de "Conociendo tu alma" solo envíame un correo a conociendotualma@gmail.com y te incluyo en la lista de distribución...

Mil bendiciones para tí!

martes, 20 de diciembre de 2016

Lo que el corazón quiere, la mente se lo muestra

Fuente: http://angelesamor.org/ciencias/corazon-mente-quiere.html

 Hasta ahora lo decían los iluminados, los meditadores y los sabios; ahora también lo dice la ciencia: son nuestros pensamientos los que en gran medida han creado y crean continuamente nuestro mundo. 

“Hoy sabemos que la confianza en uno mismo, el entusiasmo y la ilusión tienen la capacidad de favorecer las funciones superiores del cerebro. La zona prefrontal del cerebro, el lugar donde tiene lugar el pensamiento más avanzado, donde se inventa nuestro futuro, donde valoramos alternativas y estrategias para solucionar los problemas y tomar decisiones, está tremendamente influida por el sistema límbico, que es nuestro cerebro emocional. Por eso, lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando”. Hay que entrenar esa mente.

   Esta es una entrevista que La Vanguardia Digital le realizó al Dr. Mario Alonso Puig quien es Médico Especialista en Cirugía General y del Aparato Digestivo, Fellow de la Harvard University Medical School y miembro de la New York Academy of Sciences y de la Asociación Americana para el Avance de la Ciencia.
© Pasieka/Science Photo Library/Corbis

   Tengo 48 años. Nací y vivo en Madrid. Estoy casado y tengo tres niños. Soy cirujano general y del aparato digestivo en el Hospital de Madrid. Hay que ejercitar y desarrollar la flexibilidad y la tolerancia. Se puede ser muy firme con las conductas y amable con las personas. Soy católico. Acabo de publicar Madera líder (Empresa Activa) IMA SANCHÍS – 18/10/ 2004

– Más de 25 años ejerciendo de cirujano. ¿Conclusión?
-Puedo atestiguar que una persona ilusionada, comprometida y que confía en sí misma puede ir mucho más allá de lo que cabría esperar por su trayectoria.

– ¿Psiconeuroinmunobiología?
-Sí, es la ciencia que estudia la conexión que existe entre el pensamiento, la palabra, la mentalidad y la fisiología del ser humano. Una conexión que desafía el paradigma tradicional. El pensamiento y la palabra son una forma de energía vital que tiene la capacidad (y ha sido demostrado de forma sostenible) de interactuar con el organismo y producir cambios físicos muy profundos.

- ¿De qué se trata?
-Se ha demostrado en diversos estudios que un minuto entreteniendo un pensamiento negativo deja el sistema inmunitario en una situación delicada durante seis horas. El distrés, esa sensación de agobio permanente, produce cambios muy sorprendentes en el funcionamiento del cerebro y en la constelación hormonal.

- ¿Qué tipo de cambios?
-Tiene la capacidad de lesionar neuronas de la memoria y del aprendizaje localizadas en el hipocampo. Y afecta a nuestra capacidad intelectual porque deja sin riego sanguíneo aquellas zonas del cerebro más necesarias para tomar decisiones adecuadas.

- ¿Tenemos recursos para combatir al enemigo interior, o eso es cosa de sabios?
-Un valioso recurso contra la preocupación es llevar la atención a la respiración abdominal, que tiene por sí sola la capacidad de producir cambios en el cerebro. Favorece la secreción de hormonas como la serotonina y la endorfina y mejora la sintonía de ritmos cerebrales entre los dos hemisferios.

- ¿Cambiar la mente a través del cuerpo?
EuroGap.
-Sí. Hay que sacar el foco de atención de esos pensamientos que nos están alterando, provocando desánimo, ira o preocupación, y que hacen que nuestras decisiones partan desde un punto de vista inadecuado. Es más inteligente, no más razonable, llevar el foco de atención a la respiración, que tiene la capacidad de serenar nuestro estado mental.

- ¿Dice que no hay que ser razonable?
-Siempre encontraremos razones para justificar nuestro mal humor, estrés o tristeza, y esa es una línea determinada de pensamiento. Pero cuando nos basamos en cómo queremos vivir, por ejemplo sin tristeza, aparece otra línea. Son más importantes el qué y el porqué que el cómo. Lo que el corazón quiere sentir, la mente se lo acaba mostrando.

- Exagera.
-Cuando nuestro cerebro da un significado a algo, nosotros lo vivimos como la absoluta realidad, sin ser conscientes de que sólo es una interpretacion de la realidad.

- Más recursos….
-La palabra es una forma de energía vital. Se ha podido fotografiar con tomografía de emisión de positrones cómo las personas que decidieron hablarse a sí mismas de una manera más positiva, específicamente personas con transtornos psiquiátricos, consiguieron remodelar físicamente su estructura cerebral, precisamente los circuitos que les generaban estas enfermedades.

- ¿Podemos cambiar nuestro cerebro con buenas palabras?
-Santiago Ramon y Cajal, premio Nobel de Medicina en 1906, dijo una frase tremendamente potente que en su momento pensamos que era metáforica. Ahora sabemos que es literal: “Todo ser humano, si se lo propone, puede ser escultor de su propio cerebro”.

- ¿Seguro que no exagera?
-No. Según cómo nos hablamos a nosotros mismos moldeamos nuestras emociones, que cambian nuestras percepciones. La transformación del observador (nosotros) altera el proceso observado. No vemos el mundo que es, vemos el mundo que somos.

- ¿Hablamos de filosofía o de ciencia?
-Las palabras por sí solas activan los núcleos amigdalinos. Pueden activar, por ejemplo, los núcleos del miedo que transforman las hormonas y los procesos mentales. Científicos de Harward han demostrado que cuando la persona consigue reducir esa cacofonía interior y entrar en el silencio, las migrañas y el dolor coronario pueden reducirse un 80%.

- ¿Cuál es el efecto de las palabras no dichas?
-Solemos confundir nuestros puntos de vista con la verdad, y eso se transmite: la percepción va más allá de la razón. Según estudios de Albert Merhabian, de la Universidad de California (UCLA), el 93% del impacto de una comunicación va por debajo de la conciencia.

inconsciente-creatividad- ¿Por qué nos cuesta tanto cambiar?
-El miedo nos impide salir de la zona de confort, tendemos a la seguridad de lo conocido, y esa actitud nos impide realizarnos. Para crecer hay que salir de esa zona.

- La mayor parte de los actos de nuestra vida se rigen por el inconsciente.
-Reaccionamos según unos automatismos que hemos ido incorporando. Pensamos que la espontaneidad es un valor; pero para que haya espontaneidad primero ha de haber preparación, sino sólo hay automatismos. Cada vez estoy más convencido del poder que tiene el entrenamiento de la mente.

- Deme alguna pista.
-Cambie hábitos de pensamiento y entrene su integridad honrando su propia palabra. Cuando decimos “voy a hacer esto” y no lo hacemos alteramos físicamente nuestro cerebro. El mayor potencial es la conciencia.

- Ver lo que hay y aceptarlo.
-Si nos aceptamos por lo que somos y por lo que no somos, podemos cambiar.
   Lo que se resiste persiste. La aceptación es el núcleo de la transformación.
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Espero que te resulte de interés, Blanca


domingo, 18 de diciembre de 2016

Las 5 heridas que impiden ser uno mismo

Extracto del libro: Las 5 heridas que impiden ser uno mismo.
Lise Burbeau.
Fuente: http://semillassolares.blogspot.com.es/

Cuando un bebé nace, sabe que la razón por la que se ha encarnado, es la de ser él mismo y vivir diversas experiencias.

   «Vivir las experiencias una y otra vez hasta que podamos aceptarlas y amarnos a través de ellas».

   Al nacer nos concentramos principalmente en las necesidades de nuestra alma, la cual desea que nos aceptemos junto con nuestras experiencias.

Sin embargo, poco después de nacer, nos damos cuenta de que cuando nos atrevemos a ser nosotros mismos, alteramos el mundo de los adultos.

Y de ello deducimos que no es bueno ni correcto ser naturales.

niño abandonado   Este doloroso descubrimiento provoca crisis, las cuales llegan a ser tan frecuentes que creemos que son normales.

He observado que la mayoría pasamos por las siguientes cuatro etapas:

Después de conocer la alegría de ser nosotros mismo, aparece el dolor de tener que cambiar para adaptarnos a los demás.

Entonces llega una crisis, la rebeldía.

Con objeto de reducir el dolor, terminamos por crearnos una nueva personalidad para convertirnos en lo que los demás quieren que seamos. Algunas personas permanecen estancadas en esta etapa, reaccionan continuamente, están enojados o en permanente situación de crisis.

   En las últimas etapas es cuando creamos numerosas máscaras, nuevas personalidades que sirven para protegernos del sufrimiento.

Estas nuevas personalidades o formas de protegernos son cinco, y corresponden también a cinco grandes heridas fundamentales que sufre el ser humano.

   He podido comprobar que todos los sufrimientos del ser humano pueden resumirse en cinco heridas.

Las presento por orden cronológico: en el orden en que cada una de ellas aparecen en el transcurso de la vida:

RECHAZO
ABANDONO
HUMILLACIÓN
TRAICIÓN
INJUSTICIA

   No necesariamente tenemos las cinco heridas.

Con humildad y sinceridad, cada cual puede reconocer sus heridas. Reconocerlas es el primer paso en el proceso de sanación.

Si nos cuesta identificar nuestras heridas, es porque nos ocultamos tras una máscara que se construyó para protegernos y no sufrir.

Las máscaras de cada herida son las siguientes:

RECHAZO – HUIDIZO
ABANDONO – DEPENDIENTE
HUMILLACIÓN – MASOQUISTA
TRAICIÓN – CONTROLADOR
INJUSTICIA – RÍGIDO

   Reconocerlas, es sanarnos y si sanamos, podemos volver a ser esos seres que hemos venido a ser aquí en la Tierra.
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Espero te sea de utilidad, Blanca


sábado, 17 de diciembre de 2016

Autocensura Emocional

Por Nicolás Tamayo
Imagen: Manish Verma

Fuente: http://www.animalespiritual.com/

   Resulta curioso ver que, a pesar de que vociferamos las bondades de la libertad, tenemos la costumbre de censurarnos unos a otros, y también a nosotros mismos.

   Por ejemplo, hemos convertido en un tabú la expresión de las emociones “negativas”, lo primero que le decimos a alguien que está triste es: no estés triste. Lo matamos. Le negamos de base la salida, le negamos la expresión de lo que sea que esa persona esté sintiendo (y que claramente necesita dejar salir).

Manish-Verma-614x345   Le pusimos un velo de negatividad a emociones como el odio, el rencor, la tristeza, el miedo, cuando en el fondo son expresiones del espíritu humano, emociones tan válidas y libres de ser expresadas como sus “contrapartes”.

   ¿Por qué te vas a negar la expresión de lo que sea que quieres expresar?

   Básicamente nos autocensuramos porque nunca nadie nos enseñó que expresar ciertos estados es saludable. Tenemos una reacción violenta, y lo primero que recibimos es el juicio. Estamos tristes, y todo el mundo nos aconseja dejar de estarlo. La emoción negativa debe ser transitada, de lo contrario nunca podrá ser trascendida.

   Por otra parte tenemos el otro extremo, cuando nos quedamos masticando esas emociones (convirtiéndolo quizás en una sobreexpresión que más que buscar transcender el dolor, se regocija en él) porque, volvemos a lo mismo, nunca nadie nos enseñó cómo “gestionar” esa expresión emocional. Carecemos de la educación emocional para hacerlo (pero este es otro tema).

   Volviendo al primer punto, repito la pregunta ¿Por qué me voy a negar la expresión de un estado que sé que estoy transitando? ¿Por qué voy a criticar o negarle al otro que exprese sus emociones “negativas”? El tema es complejo y tiene muchas aristas, pero lo que quiero expresar es que la autocensura emocional es antinatural. Somos seres amorosos y emocionales (antes incluso que racionales), y es natural que todo aquello que debe ser dicho, sea dicho.
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Espero te sea de utilidad, Blanca


viernes, 16 de diciembre de 2016

Ego, Autoimportancia y Narcisismo

Fuente: Extraído de artículo de Ramiro Calle en Universo holístico

http://www.reddevida.es/
Tomado de: http://www.periodicodecrecimientopersonal.com/ego-autoimportancia-y-narcisismo/


   Hay que aprender a superar la autoimportancia si uno quiere poner los medios para que la consciencia siga evolucionando. Es esencial y necesario. Para ello hay que ir descubriendo los trucos del ego y tener un entendimiento más correcto de este gran falsario, que cuando lo buscamos no lo encontramos y cuando no lo buscamos se nos impone y nos enreda con toda su burocracia, nos encadena y obsesiona, nos turba de tal modo que perdemos la capacidad de lucidez y nos ofuscamos gravemente.

girlfriends   Tenemos que indagar en el ego. Tenemos que ir sabiendo manejarnos con el mismo y conseguir que sea un burócrata fiel. No es fácil. Es muy ladino y se enmascara con facilidad, estando incluso detrás de los sentimientos y actos más nobles. Debido a su comportamiento exacerbado malgastamos nuestras mejores energías, nos tornamos muy vulnerables y susceptibles, nos involucramos en sus tendencias compulsivas y vivimos de espaldas a nuestra esencia. El ego forma la personalidad y la autoimagen, bien diferentes de la esencia o ser. Al alimentar el ego y afirmar la personalidad desmesuradamente, estamos sacrificando el cuidado de nuestra propia y prístina identidad. Es como el actor que tanto se identifica con el papel que interpreta, que se aliena y deja de ser él mismo. Hemos perdido, debido al exceso de apuntalamiento del ego, nuestro soberano interior. Tanto nos hemos volcado en el yo social y la imagen, tanto hemos retroalimentado la burda máscara de la personalidad, de tal modo persiste la importancia de sí, que nos hemos desconectado de nuestro yo más profundo. Esa neurótica tendencia a apuntalar el ego, crea disfunciones psíquicas y frustra la verdadera compasión y el entendimiento correcto. Sin darnos cuenta en ese proceso de enajenación, nos estamos haciendo un flaco favor, puesto que a mayor ego menos dicha interior. A mayor arrogancia, a mayor voluntad por aparentar y envanecerse, a mayor egocentrismo, menos equilibrio psíquico, menos seguridad, menos madurez y una relación menos fecunda con nosotros mismos y con los demás. El ego desmesurado es muerte. Recuérdese y reflexiónese sobre el mito de Narciso.

   El ego exacerbado es competencia brutal y voluntad de poder, y dónde hay voluntad de poder nunca puede haber amor y compasión, ni tampoco genuino afecto hacia nosotros ni hacia los demás. El antiguo adagio reza: “Si quieres ver al diablo cara a cara, mira tu propio ego”. Muktananda me decía: “Con demasiado ego nadie puede ser feliz”. Pero como no podemos matar el ego, hay que aprender a canalizarlo con sabiduría y obtener su lado cooperante y constructivo.

   El ego comienza a configurarse debido a la identificación con el propio cuerpo , con la mente, con el nombre, las propias ansiedades, expectativas, miedos y afanes. Y mientras vivamos habrá ego, pero puede ser un ego funcional, como un fiel secretario del que nos servimos para nuestro vivir cotidiano, o un ego desmesurado, desorbitado, que nos hace ser extremadamente egocéntricos, narcisistas e incapaces de ver (y menos, por tanto, atender) las necesidades ajenas. Es un obstáculo muy grande en la larga marcha de la autorrealización. Pero hay que ser sabio para saber manejarse con el ego y no estar a su merced. Es un fantasma negro que todo puede anegarlo. Origina ofuscación, avidez, odio, celos, envidia, afán de posesividad, rabia, rencor y altivez. Y cuanto más ego hay, más surge en uno la demanda excesiva y neurótica de seguridad, y uno se siente más inseguro, teniendo que servirse de toda suerte de autodefensas que, al final, de nada nos defienden y lo que hacen es bloquearnos y amurallarnos. El ego nos hace suspicaces, recelosos, heribles. Tiene una afán compulsivo por afirmarse y se aterra cuando se siente negado, rechazado o desconsiderado. Debido al ego uno se cree con derecho a ofenderse por todo y deja que surjan sus tendencias subyacentes de ira, afán de venganza y rechazo. El ego excesivo es intolerante, dogmático, irrespetuoso y proclive a hacer cargos a los demás y culpabilizarlos. Tenemos que ir entrenándonos para que el ego nos sirva y no servirle nosotros a él. La individualidad es hermosa, pero si se desmesura y da riendas sueltas a la autoimportancia y al narcisismo, se torna fea y grotesca.

narcisista
   En una sociedad básicamente narcisista, el ego asoma por todas partes. También abundan, sobre todo en el terreno espiritual y en el a veces muy turbio panorama de la llamada Nueva Era, personas con un ego-rascacielos que entran en el perverso juego narcisista del “yo sé y tu no sabes”, cuando en realidad ni siquiera son capaces de darse cuenta de sus feas y abrumadoras tendencias egocéntricas. No hay peor orgullo que el espiritual, que puede conducir al fanatismo, el ciego proselitismo y la idea paranoide de creerse más que los demás. El ego enfermizo en la mayoría de los políticos o el afán demoniaco de poder de los banqueros, o el estilo pavoneante de muchos famosos o famosillos, todavía no nos llama tanto la atención como el ego desorbitado y esperpéntico que se da en muchos de los llamados gurús, guías espirituales, representantes de terapias alternativas (porque el ego de algunos médicos ya es bien conocido y soportado) y supuestos “conectados” o “iluminados” que se presentan como salvadores de almas o vivos exponentes espirituales. ¡Cuidado con el narcisismo espiritual! Todos somos aprendices y todos tenemos que seguir aprendiendo de todos a lo largo de nuestras vidas.
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Espero te sea de utilidad, Blanca

jueves, 15 de diciembre de 2016

Perdonar y liberar

Priya Agarwa, copyright 2012
Fuente: http://www.motivateus.com/
angelesamor.org

LIBERAR-606x380  Sé que todos hemos leído un millón de artículos sobre el perdón y escuchado mil charlas sobre el tema. Pero, de todas maneras, es muy difícil de practicar. El perdón no nos viene fácil a la mayoría de nosotros.

   Cada vez que alguien nos lastima, quedamos con un sentimiento de herida, ira y venganza. Nos es muy difícil pasar por alto la herida que alguien nos ha infligido. Pero el perdón no es olvido, es simplemente soltar la herida. No es algo que damos a otros sino a nosotros mismos.

   La herida y dolor que alguien nos causa, pudieran ser siempre parte de nuestra vida, pero el perdón nos ayuda a soltar su agarre para que podamos seguir adelante.

   Y en cuanto a quién perdonar, comencemos con un amigo que nos ha lastimado mucho, y el extraño que nos pisó el callo en un bus, y luego a aquellos entre esos dos extremos.

   Perdonarnos a nosotros mismos es también importante. Y perdonemos rápido ya que entre más tiempo tomamos y más lo pensamos, podríamos nunca estar listos para hacerlo. Así que hagámoslo tan pronto como podamos porque aunque no cambie el pasado, definitivamente cambiará el futuro.

   Y recordemos: “No perdonar es como ingerir raticida y entonces esperar que la rata muera”.
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Espero que te sea de utilidad, Blanca


miércoles, 14 de diciembre de 2016

Tres frases que pueden salvar tu vida

Fuente: http://espiritualidaddiaria.infobae.com, http://vivimarevic.wordpress.com/

El impacto que una frase causa en la mente y el corazón, es absolutamente subjetivo, pero el anhelo de salir del miedo, la infelicidad y la presión de la mirada del otro, es común a toda la humanidad. De ahí que algunas enseñanzas volcadas en frases cortas suelen golpear en forma certera al ego, y la personalidad adormecida, que siempre trata de imponerse, sobre el despertar de la conciencia superior.

  Acá van tres de las frases, que en un gran congreso de espiritualidad práctica fueron elegidas como mazazos a la ignorancia.

1.-”NO EXISTIRÍA EL CÁNCER, SINO EXISTIESE EL PASADO”

   Se refiere al pasado que la mente trae una y otra vez, machacando sobre lo no resuelto, el famoso “Por qué a mi? ¿por qué no a mi?, la víctima recurrente, el rencor, el resentimiento, la añoranza brutal, el deseo del retorno al pasado, o recuerdos dolorosos, que no cesan.

bici-brazos   Esa mochila cada vez más densa y pesada, cuando permanece suele causar una degeneración celular, y el bloqueo de la energía vital, llamando a gritos a la enfermedad, abriendo las puertas al enemigo silente, que hace estragos en el cuerpo.

2.-”QUIEN NO PERDONA, MUERE ANTES Y MUERE MAL”

   La falta de perdón, es la causa de angustia más letal, sumada a la ira, impide una vida que se llame vida.Nos lleva a una mera supervivencia biológica cada vez mas deteriorada. Quien no perdona es un prisionero de si mismo, de su falsa identificación con el ego herido.

   La imposibilidad de perdonar, convierte a la vida, en un derrotero depresivo, y es causa de inevitable depresión. El goce vital va disminuyendo, y se opaca. La gente con ese dolor acumulado,convertido en un enojo constante con la vida, tienden a ser sombras patéticas, que se arrastran, y en algunos casos su permanencia en el se debe solo a la intensidad del rencor que manejan.nada que se asemeje a una vida bien vivida.

3.-”QUE EL ELOGIO NO TE DEJE LLENO DE ORGULLO Y QUE LA CRITICA NO TE TUMBE”

   Aquel que solo espera el elogio y la alabanza para sentirse vivo, es tan fácilmente destruido por la crítica ajena, por la malicia, por el descrédito. Se dice que esas personas son hojas llevadas por el viento de un lado a otro. Exhiben su carencia en forma tan brutal, que solo generan entusiasmo cuando el otro las considera, y si esa misma persona u otra diferente, las desprecia, ridiculiza, o difama, entran en una profunda tristeza que se va haciendo crónica, y viven pequeños espacios de una alegría artificial, entre grandes espacios ,mucho más prolongados de intensa depresión, por la opinión que alguien pueda tener de ellos, llevándolos a una minusvalía y una baja estima mortal, que en un círculo enfermo genera que el sistema inmunológico viva afectado.
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Espero te resulte de interés, Blanca

martes, 13 de diciembre de 2016

La muerte en vida

Emilio Fiel
Fuente: http://semillassolares.blogspot.com.es/

Hasta el momento, todavía no sabemos morir en paz y armonía con esta existencia, con la familia y con la vida en general, y por si fuera poco, se llega al momento de desencarnar sin haber limpiado las emociones negativas del pasado, los rencores, las envidias, las ansias ni la culpabilidad.

   De aquí que al ser enterrados, estas energías contaminaban a nuestra madre Gaia, de tal manera, que nos vimos obligados a cambiar las costumbres para incinerar los cuerpos de los fallecidos (en algunas tradiciones sólo se entierran a los maestros), y así disminuir sensiblemente la influencia de una vida en desarmonia sobre la envoltura energética de nuestro planeta.

   La cultura dominante favorece este caos, y las tensiones, las angustias y el miedo nos acompañan en los momentos de transición hacia otras realidades.

mujer y dimensiones   Así que una de las primeras conquistas espirituales que se hace imprescindible, es mirar a la muerte cara a cara como una ilusión, conectar en vida con otros planos de la existencia y ser conscientes de nuestra realidad multi dimensional.

Tenemos que afrontar la muerte como una batalla florida, como un desafío en el que entramos con alegría, con curiosidad y dispuestos a mirar la nueva realidad luminosa que se nos presenta por delante.

Todos caminamos sobre la senda de los antepasados y, cuando en una cultura evolucionan suficientes personas, se produce una onda de resonancia que extiende la conciencia sobre millones de gentes.

   Nuestro papel en un cuerpo físico es transformar lo denso en sutil, transformar los conflictos en alianzas, evolucionar emocionalmente hacia el amor incondicional, dejar a un lado el sufrimiento y ser maestros de la energía.

   Todo se repite sin remedio, tanto en los vínculos familiares, como en el trabajo, las diversiones y los problemas. De hecho la conciencia vive en un tiempo circular, que siempre atraviesa los mismos paisajes, y sólo una crisis de purificación (pérdida de un ser querido, grave enfermedad, separación amorosa, trauma con un miedo intenso) puede romper esa inercia desgastante.

Si no afrontamos la muerte en vida nunca podremos vivir conscientes y relajadamente el magnífico proceso que nos permite desencarnar de esta envoltura material con la que nos hemos identificado a lo largo de los años.

   Primero asumir que, como alma inmortal, hemos pasado cien veces por este sueño de la vida en la Tierra (con diferentes padres, parejas e hijos), y después ser capaces de reconocer, o de experimentar directamente, que la conciencia que Yo Soy, permanece indemne cuando cambiamos de vehículo.

LA MUERTE COMO ILUMINACIÓN

   La muerte aparece también como el camino mas fácil y natural para reunificar nuestros yoes simultáneos.

Quizás esta es la razón por la que las antiguas tradiciones afirman que podemos iluminarnos en el momento de la muerte, hayamos vivido como hayamos vivido, si la afrontamos sin temor, con esperanza y conciencia.

Liberarnos de la matrix es una misión de toda la humanidad en conjunto.

Necesitábamos esperar al momento oportuno y ya está aquí, siendo imprescindible que la conciencia colectiva tome el mando del cambio de paradigma.

Es necesario morir para poder nacer a una nueva realidad.

Después de la disolución de lo cotidiano se vive un proceso de rejuvenecimiento interno y externo, todo cambia sin remedio, y la voz interna te avisa de que ha llegado el momento de tomar el mando de tu propia vida, que tienes que terminar todo lo pendiente para comenzar una nueva etapa, para reencarnar en vida con un nuevo contrato del alma.
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Espero te resulte de interés, Blanca



lunes, 12 de diciembre de 2016

El círculo de la dominación

Imagen Gustavo Restrepo
Artículo de Laura Gutman
Fuente: http://www.animalespiritual.com/


 Cuando los adultos tenemos dificultades para ofrecer al niño aquello que el niño pide, nos corresponde revisar nuestro propio desamparo infantil en lugar de echarle la culpa a la criatura.

   El cálculo es sencillo: si tuvimos hambre (emocional) durante nuestra infancia, esa experiencia perdura en nuestro interior. Luego, cuando devenimos adultos y nos toca nutrir a otro (en este caso, al niño) no tenemos con qué. Entonces nos parece “desproporcionada” la demanda.

Image7GustavoRestrepo-614x345   Si durante nuestra infancia no sólo hemos sufrido desamparo y abandono, sino que además el nivel de violencia, abuso o represión sexual han minado nuestra capacidad de amar, obviamente, nuestros recursos emocionales a la hora de amar a otro -adulto o niño- se verán mucho más comprometidos.

   El desamparo, la violencia y la dominación de los deseos de los adultos por sobre los deseos de los niños, es intrínseco al Patriarcado, o sea, es propio de nuestra civilización. Es raro encontrar niños a quienes no les haya sucedido todo “eso”.

   Hemos aprehendido mecanismos de dominación desde nuestras más tiernas infancias. Estas modalidades luego se multiplican en el seno de las familias, de los pueblos, de las ciudades y por supuesto dentro de las organizaciones de los Estados.

   Todas las comunidades ideamos un orden posible para gestionar la vida colectiva. Votemos a quien votemos, seamos más democráticos, socialistas, comunistas o liberales…haremos lo que seamos capaces de hacer como individuos.

   Justamente, como somos las personas que somos (es decir, niños desamparados y hambrientos) estableceremos sistemas de dominación. Luego -cuando accionamos en la vida pública- haremos lo mismo que en la vida privada.

   Ahora bien, la forma más eficaz para “darnos cuenta” que estamos dentro de un pulso, ya sea de dominadores o de dominados, es revisando primero los “discursos engañados” individuales. Pero eso…se me ocurre que desentrañar el gran engaño global, sólo será posible cuando un puñado de algunos millones de personas emprendamos esa aventura. Individualmente.
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Espero te sea de utilidad, Blanca



sábado, 10 de diciembre de 2016

¿Era tan importante?

Imagen: Fransien-de-Vries
Artículo: Claudia Chirino
Fuente: http://www.animalespiritual.com/

Cuantas veces nos pasó de quedarnos anclados en determinadas situaciones, o pegados a ideas negativas sobre alguna persona, y sin advertirlo casi pasan los años y en una conversación con alguien volvemos a evocar esa situación o persona describiéndola de la misma manera como lo hicimos años atrás, sin haber siquiera mediado una segunda revisión.

   “Mi tía me dijo algo que no me gustó hace diez años por lo que no nos hablamos más”, “dejé de saludar a un íntimo amigo porque sospeché que me mentía y no me atreví a sacarme la duda”, “no le perdono a mi padre haberse olvidado de felicitarme ese día que gané la medalla de fútbol cuando era chiquito”, en fin, miles de situaciones que se repiten…pero cabe plantearse la pregunta: ¿eran tan importantes?

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   Pocas veces hacemos una reevaluación de lo que sucedió, pocas veces cambiamos la mirada y nos situamos por sobre esas situaciones para contribuir con nuestra evolución consciente y crecimiento personal.

   Sucede que a medida que pasa el tiempo tenemos la posibilidad de enfriar las emociones y tener una dimensión más objetiva para poder estimar la verdadera importancia de sostener esas posturas, actitudes y gestos que ya no son contemporáneas y menos aun funcionales a nadie.

Te pregunto otra vez: ¿era tan importante?

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Espero te sea de utilidad, Blanca

viernes, 9 de diciembre de 2016

¿Qué es lo que hay en el fondo de ti?

Por: Patricia González
Fuente: www.evolucionespiritual.com

Si retiramos los miedos, las inseguridades, las ideas limitantes, ¿qué queda dentro de nosotros?…

   Muchas veces pensamos que tenemos que incorporar conocimientos, experiencias, oportunidades u otras cosas para realizarnos como seres humanos. Pero en realidad, lo mas importante que podemos hacer por nosotros, es retirar lo que sobra, lo que nos bloquea, lo que nos atrapa, lo que se interpone a lo que somos en lo mas profundo.

   Alguna vez leí que el ser humano es imperfecto y que necesita aprender a ser más humano. Pienso que eso es al revés. Pienso que el ser humano se empaña debido a la programación que compartimos entre todos y que si no fuera por eso, nuestra existencia seria mucho más agradable, mucho más alegre, mucho más confiada. Seríamos más parecidos a los niños.

   Y al ser más niños no me refiero a esa inocencia que no sabe discernir. Me refiero a esa claridad para ver la realidad. Un niño sabe perfectamente que si el agua se lleva el castillo de arena que levantó con tanta dedicación, nada grave ha pasado.

3470438271_50b32e153c_b   Un adulto puede sufrir mucho cuando experimenta algo parecido en su vida, debido a que hace muchas predicciones fatalistas al respecto. Esas predicciones nacen del miedo, de la desconfianza de la vida y de su propia capacidad para volver a levantarse.

   Con los años de vida, vamos olvidando que somos libres y nos vamos haciendo prisioneros de muchas cosas innecesarias. Creemos necesitar mucho mas de lo que realmente necesitamos y concluimos que al no tenerlas, nuestra vida será miserable.

   Si volvemos al ejemplo del niño que ha perdido su castillo disfrutando la experiencia, sabiendo que el próximo será aun mucho mejor, más grande y más perfecto, podemos advertir que goza de su gran libertad. Si el niño quedara dolido y apegado al fracaso, se convertiría en esclavo de esa creación, pensando que ese bien le habría otorgado bienestar.

   Somos más libres de lo que pensamos, pero quedamos atrapados en nuestros propios apegos, sin darnos cuenta de que son esos precisamente los que nos roban la libertad y la felicidad de experimentar.

   Si retiramos todo eso, si soltamos el miedo, el apego, la duda, solo quedaría la libertad para volver a crear algo más grande, basado en la experiencia anterior.

   Si retiramos todo eso que sobra, solo queda la aventura y la dicha de experimentar la libertad de crear. ¿Y cuántos castillos podrías construir?… con seguridad que serían muchos. Entonces serias más abundante, más rico y más experimentado.

   Al soltar tus apegos te conviertes en una persona más libre y lejos más abundante.

   Entonces habrás disfrutado suficiente de tu vida.
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Espero te sea de utilidad, Blanca


jueves, 8 de diciembre de 2016

Esto es lo que debes hacer para evitar que las emociones te dominen

Fuente: http://sincrodestino2012.ning.com/

Una persona, a lo largo de su vida, experimentará de todo tipo de emociones, (miedo, alegría, tristeza, frustración, desánimo, infelicidad, rechazo, dolor, sufrimiento, arrepentimiento, vergüenza, euforia, felicidad, etc…)

   Estas emociones son sólo eso, emociones que pueden ir cambiando con el paso de los días y la vivencia de diferentes acontecimientos. Pero tú no eres tus emociones. Ellas no te dominarán si tú te mantienes en tu punto de observador racional.

   Para que las emociones sean sanas y no caigan en extremos, debemos elevarnos a otro nivel superior, siendo observadores de las emociones pero sin entregarse a ellas. Así las sentirás, pero no te dominarán.

emociones   Desde tu postura de observador, aceptas todo lo que sientes, pero sabes que tú no eres tus emociones y que puedes dominarlas cambiando tus pensamientos y equilibrándolos.

   Las emociones son como un péndulo. De grandes alegrías han dado infartos y de grandes penas, se ha ido debilitando el cuerpo hasta su enfermedad.

   Por ello, es importante aprender a mantenerse en un estado de observación de las emociones. Cuando eres quien analiza y observa, te pones en una posición menos vulnerable y las cosas afectan menos porque aceptas que la manera en la que te sientes es temporal, y no te juzgas por cómo te sientes, sino que, aceptas tus emociones, dejas que salgan y se expresen.

   Como en un péndulo, si las emociones son la parte que se mueve de un lado hacia otro, tú debes situarte en el punto fijo del péndulo, que es la parte de arriba de todo, un lugar donde no estás metido en el mundo cambiante de las emociones, sino que ves cómo cambian pero tú estás en otro nivel superior desde donde podrás dominar mejor tus sentimientos y actuar de una manera racional.
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Espero te sea de utilidad, Blanca


miércoles, 7 de diciembre de 2016

¿Controlas tu mente o ella te controla a ti?

Fuente: http://semillassolares.blogspot.com.es/
Por: Irene Orce

Entrevista a Enrique Simó.

   ¿Alguna vez has sentido la necesidad de “apagar” el constante flujo de pensamientos que tienes?
¿Eres consciente del impacto que tiene tu forma de pensar sobre tu manera de ser?

El funcionamiento de la mente sigue siendo una incógnita para la mayoría de seres humanos, al igual que su potencial. Y es que la mente puede condicionarnos o liberarnos.

¿Cómo funciona el pensamiento?

   La base de nuestras palabras, actitudes y acciones está en el pensamiento. Y como una semilla, cada uno produce su propia flor y da su propio fruto. Los pensamientos pueden ser constructivos o destructivos. Con el pensamiento generas una serie de emociones que fisiológicamente crean una experiencia en tu interior. Por lo tanto, aquello que pensamos y, cómo pensamos, determina aquello que vivimos. De ahí que la pregunta clave sea: ¿controlas tu mente o tu mente te controla a ti?

Ponme un ejemplo…

   Imagina a una persona que no está a gusto en su entorno de trabajo. No disfruta con lo que hace y siente la necesidad de dar un giro a su orientación profesional. Puede enfocar su situación de dos maneras muy distintas. Si piensa constantemente en lo mucho que le infravaloran, critica a sus compañeros de trabajo y a su jefe, cada día se va desmotivando más y sintiéndose peor en su lugar de trabajo. Le cambia el humor y se desentiende de todo y todos, hasta que finalmente, por extenuación, dimite. Eso sí, sigue pensando que la empresa es responsable de su situación y su malestar.

¿De qué otra manera podría enfocarlo?

   Puede pensar que ese lugar de trabajo no le aporta suficiente, pero valora todo lo que ha aprendido en el tiempo que lleva allí. En vez de martirizarse con críticas inútiles, se dedica a pensar en qué opciones tiene para cambiar de entorno laboral y qué puede hacer para cambiar su orientación profesional, buscando otras ofertas o formación. Finalmente, dimite y continúa creciendo en otro lugar. En su experiencia no cabe el rencor o el malestar, pues la decisión de entrar en esa empresa y salir de ella ha sido suya. Este ejemplo es extrapolable a todos los ámbitos de nuestra vida.

¿Por qué tendemos a pensar en negativo?

   Por nuestra estructura mental, nuestras creencias y la escala de valores. Caer y regodearse en lo negativo es más fácil. Es un acto inconsciente y no requiere esfuerzo. Hemos creado una forma de vida que prioriza la evasión y el beneficio material ante todo. Tal como dijo Ghandi, “es más fácil responder a la violencia con más violencia; lo que es verdaderamente difícil es responder a la violencia manteniendo la calma”. Pero potenciar lo positivo, aunque puede que al principio cueste más, es más beneficioso para nuestra salud emocional.

¿Se pueden cambiar esos pensamientos negativos?

   Sin duda alguna, pero hay que potenciar la “gimnasia mental”, tener voluntad y determinación. Hemos mecanizado tanto nuestras respuestas que apenas dejamos espacio entre el estímulo y nuestra reacción. Por ejemplo, si vas en coche y otro conductor te corta el paso, generalmente sueltas algún improperio acompañado de un sonoro bocinazo. No te planteas que el otro conductor quizás no lo ha hecho adrede, simplemente se ha despistado, algo que mañana te puede suceder a ti. Por supuesto, crear este espacio de consciencia requiere compromiso y entrenamiento.

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¿Cómo podemos cambiar nuestra manera de pensar?

   Observando y trabajando nuestro interior. Es importante que nos dediquemos un rato cada día a nosotros mismos. Aprender a controlar la respiración es un buen comienzo, además de profundizar en las técnicas de relajación, la visualización y, sobretodo, la meditación.

¿Podrías proponernos un ejercicio práctico?

   Un buen ejercicio es parar, conectarse con la respiración y observar con atención nuestros pensamientos, aceptándolos y dejando que poco a poco la mente se vaya serenando. De este modo iremos creando un espacio de silencio en nuestra mente. En este punto, podemos “jugar” a recordar un momento feliz de nuestra vida, visualizándolo como si lo estuviéramos viviendo de nuevo, y poco a poco recrearemos la experiencia que hemos vivido.

Así, aprender a controlar nuestros pensamientos puede cambiar nuestra manera de entender y vivir la vida.…

   Por supuesto. En la medida que nos demos el espacio necesario entre el estímulo externo y nuestra reacción, y reprogramemos nuestra mente a través del pensamiento consciente, cambiaremos la percepción que tenemos de nuestro entorno. Conectándonos a nosotros mismos y al momento presente podremos ser más capaces de “plantar” semillas de pensamientos positivos a través de los que podremos convertirnos en co-creadores de nuestras experiencias y de nuestra realidad.

¿Y cómo podemos dirigir conscientemente los pensamientos?

   Para poder cambiar los pensamientos primero hemos de ser conscientes de qué es lo que ocurre en nuestra mente. Para ello necesitamos centrarnos, ser conscientes de nosotros mismos y de lo que nos rodea, observar y decidir en qué dirección queremos dirigir los pensamientos. Los seres humanos no tenemos límites, sólo los que nos imponen nuestros propios pensamientos. Y mediante el entrenamiento adecuado, podemos utilizarlos y dirigirlos conscientemente, escogiendo qué y cómo queremos pensar. Así es como podemos conseguir la maestría en el arte de mantener la mente en equilibrio y lograr un bienestar verdadero y sostenible. La palabra clave en todo este proceso es “consciencia“.

Observar:
¿Qué pensamientos tienes cuando te despiertas?
¿Qué pensamientos son los que te roban tu energía?
¿Qué pensamientos te llenan de felicidad?
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Espero te sea de utilidad, Blanca


martes, 6 de diciembre de 2016

Los beneficios del ayuno mental

Por:Daniel Ferminades
Material extraído de los Encuentros ¨Verdades Develadas desde la Conciencia¨- Publicado en revista Convivir – Mayo – 2014 -Buenos Aires -Argentina.

Fuente: http://impulsodeunanuevavida.org, http://shekinahmerkaba.ning.com/

   La mente se alimenta a través de los sentidos, de la vista, del oído, del gusto, del tacto y del olfato. Si presto atención a lo que ingiero a través de ellos comienzo a purificarla. La forma física es más fácil de purificar, tan solo selecciono lo que voy a comer, con un poco de voluntad lo puedo conseguir. Y aún así, hasta para eso a veces cuesta encontrar la voluntad. Mucha más fuerza se necesita para poder controlar todos los sentidos que están alimentando la mente, que en definitiva es la que se convierte en la más grande y densa estructura para el espíritu.

mente-sentidos-550x329   El espíritu necesita ser, hacer, crear, expresarse, colaborar en ese crecimiento de Amor para la humanidad, y lo necesita a través de la mente, para que organice todo y así pueda el cuerpo llevar adelante una obra. El pensamiento acompañado de la emoción ayuda al cuerpo a obrar. Antes de hacer, necesito tener en claro qué debo hacer.

   ¿Cómo voy a tener en claro cuál es la Voluntad del espíritu, si mi mente vive ocupada constantemente atendiendo lo que los sentidos le proporcionan como estimulante? Para que la mente pueda estar limpia y a disposición del Ser, tengo que quitar todo lo que la contamina y daña. Esto debo hacerlo a través de una atención constante las veinticuatro horas del día. En cuanto desatendí y me distraje, es en donde puedo caer.

   La gente cree que no está distraída, porque está muy atenta a lo que está haciendo. Pero cuando lo que estamos haciendo, con mucha atención, es la voluntad del ego no tiene mucho valor espiritualmente. Al ego hay que quitarlo de nuestra vida, no un rato amarlo y agradecerle lo que nos da y en otro momento, cuando nos quiere cobrar, tratar de sacarlo.

   En el mundo están las polaridades lo negativo y lo positivo, lo malo y lo bueno. Para generar luz esas polaridades se unen a través de la resistencia. Ese conductor que une a ambos extremos es el que brilla, y ese es el Amor. Entonces lo que debe unir los polos es el Amor, y es el Amor el que ilumina.

   Aprendamos a sacar de cada situación lo que nos nutre, nos alimenta, nos ayuda a crecer, y a dejar de lado todo aquello que entendemos nos puede contaminar. Hagamos una alimentación consciente de todos nuestros cuerpos.

   Si la mente está limpia, los pensamientos pueden ser luminosos. El Corazón necesita de la mente para organizar sus cuerpos, su obrar, su camino y su movimiento en este mundo. Si la mente está limpia el Corazón puede imprimir los impulsos amorosos de manera clara, sin confusión. A un pensamiento claro y luminoso lo acompañará una emoción semejante, que nos llevará físicamente a obrar en consecuencia, a obrar en Amor.
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Espero te sea de utilidad, Blanca

lunes, 5 de diciembre de 2016

Expansión mediante la transgresión

Por Nicolás Tamayo
Fuente: http://www.animalespiritual.com/

Ser transgresor no tiene que ver con hacer ruido innecesario, ni romper las estructuras de control, ni rebelarse violentamente. Tiene más que ver con romper tus propios límites y eso suele ocurrir en silencio. Luego el transgresor verdadero alcanza cierta paz, no es afectado por las estructuras de control y actúa sin usar la violencia.

   Desde adentro hacia afuera, si no solo somos simples reaccionarios y nunca veremos el origen de todo aquello que sentimos que nos limita. No digo que no sea útil reaccionar, a veces es la forma en que nos damos cuenta de que hay algo ahí que no funciona bien. El punto es no quedarse en la reacción y pasar a la acción, y la acción tiene que ir hacia el centro, hacia el origen, hacia ti mismo. Si bien no toda acción debe ir siempre hacia dentro, cuando partes por ti mismo, las acciones que luego se originan desde ti para/con el colectivo son más auténticas.

Imagen cortesía Alex Grey
   Todo “limita” porque todo condiciona. Nuestros ambientes y contextos nos aportan una base desde la cual actuar y crear, pero muchas veces los asimilamos como algo propio, inalterable, algo que se nos ha metido tan en la médula que sin ello no sabemos quiénes somos.

   La sobreidentificación (con nuestros roles, trabajos, méritos, virtudes y defectos) nos mantiene en una prisión de la que muchos se muestran orgullosos. Nos es cómodo permanecer ahí, en lo conocido, pero al mismo tiempo en una gran trampa que nos impide experimentar el mundo como lo que es: un campo de re.creación.

   Todos hablamos de cambiar, pero pocos se dan cuenta de que situamos el cambio afuera, cuando ese cambio, esa gran transformación tiene un primer paso que no se puede eludir: reconocer, aceptar y amar nuestra situación actual, reconocerla como útil, pero a la vez como algo accesorio a lo cual no debemos apegarnos, sino como una base para expandirnos hasta donde nuestro miedo (o valentía) nos permita.
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Espero te sea de utilidad, Blanca


domingo, 4 de diciembre de 2016

Conexión Maestra/o con Alumna/o

Mensaje del Arcángel Uriel canalizado por Jennifer Hoffman
Traducción: Margarita López
Edición: El Manantial del Caduceo
http://www.manantialcaduceo.com.ar/libros.htm

Fuente: http://alma-espiritulibre.blogspot.com.es/

maestro-discipulo  El rol del maestro es facilitar el proceso de sanación, mostrar dónde se pueden entrecruzar el pasado y el presente y crear un nuevo paradigma para la vida. El rol del alumno es encarnar el aprendizaje de las lecciones presentadas y aplicarlas a su camino de sanación. El maestro da, el alumno recibe. Y éste es un proceso recíproco, por lo que el maestro también es alumno y el alumno también es maestro. Cuando nos olvidamos de esto, sólo recibimos la mitad de la enseñanza, sanación y bendiciones que están disponibles para nosotros en cada situación.

   Las conexiones se hacen a través de frecuencias energéticas resonantes. Así que el maestro y el alumno comparten la misma vibración energética y cada uno de ellos aporta un aspecto del aprendizaje que el otro necesita. Si el maestro piensa que tiene una vibración más alta que el alumno, se está apartando a sí mismo del conocimiento que le ayudará en su camino. Si el alumno piensa que está en una vibración energética más baja que el maestro, no podrá conectar con las frecuencias que necesita para elevar su propia vibración.

   El mejor uso del paradigma del maestro y alumno es preguntarse qué es lo que tienen para compartir, así como lo que tienen que aprender. Éste es el proceso de ‘dar y recibir’ que es un aspecto de todo aprendizaje. Si el maestro sólo es consciente de lo que da, está entonces ofreciendo energía y puede llegar a ser fuente de sanación y conocimiento para el alumno, pero sin completar su propio aprendizaje. Si el alumno está recibiendo solamente, está recibiendo energía, pero no está compartiendo su propio don con el maestro.

   Los maestros que se colocan a sí mismos en una posición exaltada están en la energía de su ego y no actuando desde el Espíritu.

   Ellos también están en un camino de aprendizaje, con tanta necesidad de recibir como de compartir lo que saben. Todos tenemos algo que aprender y todos nos beneficiamos al recibir y dar por igual. Con cada interacción, ya sea que sintamos que somos el alumno o el maestro, preguntémonos qué tenemos para compartir y qué podemos recibir. Entonces nos beneficiaremos de todas las bendiciones de cada conexión puesto que damos y recibimos, enseñamos y aprendemos, nos sanamos y somos sanados por y con todos aquellos con quienes nos conectamos.
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Espero te sea de utilidad, Blanca

sábado, 3 de diciembre de 2016

El último día de mi vida

© Francesc Prims Terradas
Fuente: http://www.lacajadepandora.eu/

 Bueno, en el momento de ponerme a escribir este artículo espero estar haciendo una metáfora. Es decir, espero acostarme y ver un nuevo día mañana. ¡Pero nunca se sabe! En cualquier caso imaginemos que yo, o cualquiera de nosotros, decidiese leer o echar un vistazo a este artículo cada día, ni que fuese a modo de recordatorio. ¡Seguro que algún día acertaríamos, acertaremos, y no habrá para nosotros un nuevo sol! (en este mundo).

   En chamanismo hablan de tener la Muerte por consejera, y consiste en ir por la vida con la conciencia de que la Muerte está ahí, presta a dar cuenta de nosotros en cualquier momento. La idea es que ello sirva para manejarse constantemente con la mayor impecabilidad posible.

   En una pequeña variación de este tema, propongo que nos tomemos este día como si fuese el último. No porque el Halloween me haya inspirado ideas macabras, sino por una cuestión meramente práctica en relación con lo que es aprovechar nuestro tiempo en este mundo como almas. ¡Cuánto podemos aprender sobre nosotros mismos al vivir la actitud que adoptaríamos frente a nuestro último día! ¿Qué podemos encontrar en nosotros? ¿Arrepentimientos? ¿Agradecimientos? ¿El lamento por no haber hecho algo importante? ¿La necesidad imperiosa de decir a algunas personas cuánto las queremos? ¿Sentimos paz? ¿Acaso ansiedad o miedo?

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   Es mucho más fácil y contundente realizar esta práctica bajo el shock de la proximidad de la muerte, sea porque ha muerto de pronto alguien querido y cercano, sea porque nuestro propio estado de salud sea tal que nos invite a esta reflexión. Y es que nuestra relación con la muerte es visceral, no intelectual. De todos modos, dada su inevitabilidad y omnipresencia es posible evocar su consejo siempre que nos sintamos inspirados para ello.

   El hecho de plantear que este es el último día de mi vida de un modo espero que metafórico tiene dos ventajas importantes: en primer lugar, gano tiempo; es decir, puedo llegar a unas conclusiones que hagan que después de mi muerte de este día (esto es, después de haber dormido la próxima noche) me levante al día siguiente con una actitud diferente en relación con varias personas y varias cosas sin necesidad de haber muerto realmente y después haberme vuelto a reencarnar y haber vuelto a experimentar de nuevo toda una infancia hasta llegar otra vez a la edad adulta. A la eternidad no le importa, pero yo tal vez preferiré amortizar de una manera que considere inteligente la energía y la oportunidad de las que dispongo hoy. En segundo lugar, el último día metafórico me permite centrarme en mis sensaciones, que son de hecho lo más fundamental, y no tener que dedicar este último día a cuestiones más prácticas (despedidas, gestionar cierto papeleo, etc.).

   Una vez expuesto todo esto, contaré lo que ocurre en mi caso al enfocar de esta manera este día; no para que sirva de modelo o ejemplo para nadie, sino para compartir y estimular la reflexión (empezando por la mía propia).

Último-día-4-400x212   Si acudo a mis sensaciones, en mi caso ocurre lo siguiente: de pronto me doy cuenta de lo absurdo que es centrarse en conseguir o hacer ciertas cosas en la vida. No se trata de arrepentirse de haber hecho o dejado de hacer cosas, pero sí que merece reconsiderarse la importancia que le damos a todo este actuar. La muerte lo barrerá absolutamente todo, y lo primero cualquier tipo de logro personal. Y si he estado ocupado intentando dejar algún tipo de herencia, algo que pueda ser útil para los demás, incluso esto adquiere un valor relativo, porque la muerte segará también todas esas vidas, y a una escala más grande acabará incluso con todo este mundo. Con todo esto repito que no tengo una sensación de arrepentimiento en relación con mis haceres, pero sí la sensación de que debería haberlos relativizado más y de que debería haber dado más importancia a lo interno.

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   Algo que hacemos mucho los seres humanos es trabajar. Si no gozamos con nuestro trabajo es un desastre, pero si lo gozamos nos deja muy absorbidos y apenas recordamos la vida. Esta inercia de no recordar la vida continúa más allá del trabajo y puede inundar completamente nuestros días. Pues bien, me doy cuenta de que todo el tiempo en que no me he acordado de la vida ha sido tiempo perdido. En cambio, todos los instantes en que he conectado con la vida han sido instantes ganados.

   Es decir, imaginemos que he hecho una larga jornada laboral y que de pronto salgo a la calle, ha llovido y llegan hasta mí, transportados por el viento, los aromas de un parque cercano. En ese momento me detengo, cierro los ojos, inspiro y entro en contacto con la vida. Ese solo momento, esos solos segundos, son los que verdaderamente han contado para mí durante todo ese día, porque son aquellos en los que respiré, fui, sentí comunión. Los demás momentos fueron tan solo instantes prácticos que me han permitido ganarme la vida… ¿para qué?, para estar vivo para algo, ¿para qué? ¡Para gozar la vida!, y el goce de la vida es el goce de las conexiones.

Último-día-6-400x213   Gozamos de la vida cuando entramos en contacto con algo: la naturaleza, otras personas, nosotros mismos. Todos los otros momentos son momentos puente. Todo momento que sea eminentemente “práctico” e incluso “no práctico” que por dentro no nos conmueva tiene la característica de momento puente. Es decir, son momentos que internamente no significan nada para nosotros, y por tanto son momentos en última instancia insignificantes y así pues desaprovechados. Por supuesto, tendemos a vivir cruzando inmensos puentes solo para llegar a esa pequeña parcela de tierra con un arbolito que nos inspira, tan solo para cruzar inmediatamente otro larguísimo puente para llegar a otra parcelita de tierra en la que hay una persona a la que miramos a los ojos, para inmediatamente recorrer otro puente que parece inacabable para sorber por un instante la brisa del mar… Otro larguísimo puente nos lleva a ayudar a alguien y sentirnos bien por ello… Etcétera.

   En el último día de mi vida me doy cuenta de que tantos momentos insignificantes (los “prácticos” y los desaprovechados de otros modos) me han alejado de la vida más de lo que habría deseado y hoy, como es mi último día, me dedico particularmente a valorar y agradecer todos los momentos que no fueron insignificantes. Y me doy cuenta de que aunque hayan sido pocos, los momentos significativos han dado sentido a mi vida; de hecho, un solo momento significativo que vivamos a fondo puede dar sentido a toda una vida, porque su significado y su repercusión es intemporal.

   Así pues, no me centro en mis arrepentimientos ni en lo que hice o dejé de hacer, sino que me centro en maravillarme por toda esa vida que compartió o pudo haber compartido su instante mágico conmigo, y agradezco su extraordinaria presencia. De un modo natural, paso a bendecir este mundo que me permitió llevar a cabo tantas conexiones. Bendigo a las personas por lo que son y significan, al Sol, a la Tierra, a los cuatro elementos y a esta manifestación tan absolutamente fantástica que es la naturaleza.

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   Me siento muy honrado de haber conocido y experimentado todo ello, y me pregunto qué forma o manifestación adoptarán todas esas personas y elementos cuando me encuentre con ellos en otro plano, si es que esto ocurre. De hecho, me pregunto por qué encarné, si la vida es siempre vida y debe de existir en otros planos en los que tal vez no está sujeta a degradación ni muerte. ¿No es todo más sencillo y menos doloroso así, sin degradación ni muerte? Bueno, me pregunto: ¿qué valor daríamos a la vida si estuviese permanentemente garantizada? ¿Si nada ni nadie pudiese ser jamás herido o perturbado?

   Me doy cuenta de que esto, este estado de eterna imperturbabilidad, tiene sentido una vez que hemos aprendido a amar. Cuando lleguemos a amar tan bien que nada ni nadie nos moleste y podamos gozar por siempre de su inefable presencia, podremos regocijarnos en un paraíso sin fin. Mientras tanto, no estamos preparados para entender el paraíso, y para eso estamos aquí, en la escuela: esencialmente, para aprender a amar. La fragilidad y la característica de la encarnación física pueden dar lugar a mucho amor. De hecho, esta fragilidad es la base de la compasión, el sentimiento o actitud por excelencia que pretenden desarrollar los budistas y con el que esperan llegar a la más alta realización. Podemos llegar a amarlo todo, incluso a nuestros enemigos, cuando nos compadecemos de ello y de ellos por la proximidad de su muerte.

Último-día-10-400x317   Cuando amamos en este plano, nos encontramos con que de cualquier modo es imposible llegar a la fusión plena con lo amado, debido a las formas y los cuerpos. Ello instala en nosotros una tensión creativa semejante a cuando estiramos la goma del tirachinas. De este modo, cuando cambiemos de plano saldremos disparados gracias a esa tensión, hacia una fusión que entonces, más allá de las formas, sí será posible. Esto lo afirmo sin base científica ni experiencial incluso. Es tan solo lo que me dicta el alma en este mi último día, como resumen y colofón antes de que se me cierren los ojos.

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Espero te sea de utilidad, Blanca