Imagen: Fransien-de-Vries
Artículo: Claudia Chirino
Fuente: http://www.animalespiritual.com/
Artículo: Claudia Chirino
Fuente: http://www.animalespiritual.com/
Cuantas veces nos pasó de quedarnos
anclados en determinadas situaciones, o pegados a ideas negativas sobre
alguna persona, y sin advertirlo casi pasan los años y en una
conversación con alguien volvemos a evocar esa situación o persona
describiéndola de la misma manera como lo hicimos años atrás, sin haber
siquiera mediado una segunda revisión.
“Mi tía me dijo algo que no me
gustó hace diez años por lo que no nos hablamos más”, “dejé de saludar a
un íntimo amigo porque sospeché que me mentía y no me atreví a sacarme
la duda”, “no le perdono a mi padre haberse olvidado de felicitarme ese
día que gané la medalla de fútbol cuando era chiquito”, en fin, miles de situaciones que se repiten…pero cabe plantearse la pregunta: ¿eran tan importantes?
Pocas veces hacemos una reevaluación
de lo que sucedió, pocas veces cambiamos la mirada y nos situamos por
sobre esas situaciones para contribuir con nuestra evolución consciente y
crecimiento personal.
Sucede que a medida que pasa el
tiempo tenemos la posibilidad de enfriar las emociones y tener una
dimensión más objetiva para poder estimar la verdadera importancia de
sostener esas posturas, actitudes y gestos que ya no son contemporáneas y
menos aun funcionales a nadie.
Te pregunto otra vez: ¿era tan importante?
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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