Autor: Anabel
Tomado de: http://www.nosotras.com/salud/crisis-personales-una-oportunidad-para-hacer-balance-4027
La experiencia vital desde
la más tierna infancia está marcada por ciclos de crecimiento personal donde
nuestra percepción de la realidad
varía en función de los acontecimientos y experiencias que vamos adquiriendo.
Y no todo son buenos momentos: también hay crisis personales, las cuales
aparecerán en momentos de nuestra vida. En muchas ocasiones nos dejamos llevar por las circunstancias y
acontecimientos que nos rodean, sin prestar demasiada atención a todo aquello
que un día planeamos que formaría parte de nuestra futuro.
Nos hemos sumergido y dejado
llevar, en muchas ocasiones, por el entorno más cercano y hemos adaptado
nuestras circunstancias personales a esto, olvidando completamente la esencia
interior que delineaba nuestro camino, para
aceptar simplemente aquello que tenemos hoy en día. Pero la
vida siempre nos ofrece la
oportunidad de pararnos, hacer balance, y reconducir nuestra experiencia hacia
una felicidad plena, que está acorde realmente con nuestros talentos y sueños más íntimos.
En muchas ocasiones esa oportunidad se manifiesta como una crisis personal que
vivimos con angustia y estrés, distorsionando nuestra percepción positiva y
preguntándonos porqué nuestro mundo se tambalea de repente. Este
tipo de tsunami emocional que es capaz de cuestionar cualquier actitud o
circunstancia es siempre una grandísima oportunidad para retomar una visión
imparcial y objetiva de nuestras
expectativas y sueños. Hay que fomentar la creencia
de que cada ciclo que atravesamos es una
oportunidad para el reconocimiento íntimo y el crecimiento.
Un escenario donde las
emociones personales tambalean la rutina establecida dándonos un toque de
atención para reconsiderar nuestras actitudes o motivaciones, revelándonos que los cambios sutiles o drásticos siempre
terminan aportándonos un nuevo punto de vista con el que inaugurar una nueva
etapa más próxima a nuestra verdadera esencia.
Una de las causas por las
que generalmente este tipo de crisis nos sumen en la angustia en lugar de
motivarnos e ilusionarnos con nuevos comienzos, es el apego a todo lo conocido y el miedo a lo desconocido. La
falta de confianza en Nosotras mismas y nuestro potencial nos
obliga a percibir estas circunstancias como algo negativo, en lugar de intentar aprovecharlas como un regalo que
nos hacemos y que nos empuja hacia nuestra felicidad.
Si nos detenemos y tratamos de alejarnos de esos miedos y patrones
erróneos de pensamiento,
conseguiremos un espacio positivo desde donde agudizar y enfocar nuestra
perspectiva y percepción. Esa actitud confiada nos
permitirá hacer un balance pleno donde poder aceptar el cambio como parte
natural de la vida y aprovechar el conocimiento
que las experiencias nos han reportado, para delinear mucho más claramente cuál
es el camino más próximo y pleno para la consecución de nuestros
sueños.
Espero que te sea de utilidad,
Blanca
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