Fuente: http://elcaballogriego.wordpress.com/
Quienes nos hemos propuesto
limpiarnos de todo aquello que nos impida ser felices, a menudo nos
“culpamos” cuando cometemos el “error” de tener actitudes negativas.
Sentimos que al enojarnos, odiar o culpabilizar a otros estamos frente a
un gran retroceso en lo que llamamos “camino espiritual”. Sin embargo,
creo que esas emociones negativas, esos pensamientos inarmónicos no nos
alejan del “camino”, sino que más bien constituyen parte del camino.
Cuando pasa algo que te hace enojar,
algo que te molesta al punto de querer gritarle a la persona que tienes
al lado, estás frente a una maravillosa oportunidad de darte cuenta de
que aún te falta para dominar tus reacciones completamente. En ningún
caso es un retroceso, sino más bien un indicador de como vamos.
Lo avanzado, lo ganado, lo aprendido y
lo recordado ya es parte de nosotros. Si aún quedan vestigios de
actitudes dañinas, tomémoslas como una señal de por donde continuar
trabajándonos. No es útil culparnos o recriminarnos por cometer estas
“equivocaciones”, a fin de cuentas elegimos el camino humano y debemos
aceptar está decisión con todo lo que ser humano implica.
Entonces, no te culpes, agradece cada
paso del camino, todos y cada uno. Que cada pequeña acción vaya siendo
cada vez más luminosa, pero si un poco de oscuridad surge en tus
respuestas, acéptala como el maestro que es.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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