Por: Anastasia Gubin
Algunos médicos retienen que la vacuna del Papiloma Humano Genital (VPH) sirve para prevenir el Cáncer Cervical, y algunos Ministerios de salud la imponen como obligatoria en las jóvenes adolescentes, sin embargo, no todos están de acuerdo de que tenga alguna utilidad.
La
relación virus papiloma y el cáncer se basa en que el ADN del virus
está más presente en los tejidos con células alteradas, que en un tejido
normal. Un estudio
de la Universidad de Missouri, publicado en agosto de 2016, analizó los
efectos de dos supuestas proteínas cancerígenas del virus, y observó
que juntas efectivamente producen alteraciones celulares, pero no
tumores. Durante la investigación comprobaron que lo que efectivamente
causaba los tumores era la proteína humana conocida como RAS. Cuando
agregaban esta proteína, a las del virus, resultaba un cáncer.
Un estudio anterior indica
que los cánceres de cuello uterino se originan y replican por causas
ajenas a la genética del virus, por lo que estima que la vacuna no sería
útil, señaló Amanda McCormack, del laboratorio Donner y la Universidad
de California en Berkeley. La investigadora encontró además que no todos
los cánceres demostraban la presencia de este virus.
La
Agencia de Drogas y Alimentación (FDA) de EE.UU. afirma que “las
infecciones de VPH son la causa de prácticamente todos los cánceres de
cuello uterino, y dos tipos (el VPH 16 y el VPH 18) son responsables de
aproximadamente el 70 por ciento de los cánceres de cuello uterino”. El
portal de salud español, y otros centros de salud repiten estas mismas
palabras.
Sin embargo la razón por la que hacen esta afirmación suele ser debatida.
El
cuerpo humano genera a veces un tipo de proteína llamada Ras, que se ve
con frecuencia en los tumores malignos. Se sabe que estas proteínas
están comandadas por un determinado gen, que lleva el mismo nombre.
Un estudio
de la Universidad de Missouri aplicó estas proteínas RAS, junto a dos
proteínas del virus Papiloma, que se creía eran oncológicas, a las
moscas de la fruta, y como resultado, generaron tumores. Sin la
presencia de las proteínas RAS, las proteínas del virus, entre ellas la
F6, considerada oncológica, solo generaron las anomalías celulares
habituales asociadas al virus.
“Los
científicos descubrieron que las proteínas E6, aunque generan
anormalidades celulares, no fueron suficientes para causar tumores en
las moscas”, concluyó la investigación dirigida por Mojgan Padash,
El
investigador afirma que los experimentos se hicieron en moscas de la
fruta y en células humanas. En ambos casos revelaron los mismos
resultados.
Los resultados no apoyan la hipótesis de
que el virus sea el responsable del cáncer cervicouterino en las
mujeres. Asimismo Padash no descarta la participación de las proteínas
del virus, como colaboradoras en la formación del tumor.
En
su estudio de nueve casos de cánceres cervicouterinos, Amanda McCormack
encontró que siete de ellos tenían la presencia de ADN del virus. Entre
estos, observó que las células malignas se replicaban a causa de la
información del grupo de cromosomas – el cariotipo- de las células
anormales y no a partir de la información del virus.
Al
estudiar con detalle los cromosomas de las células cancerosas
relacionadas al virus, su equipo concluyó que su anormalidad era lo que
las mantenía replicándose y formando los carcinomas, y “en manera
independiente” de las secuencias de las acciones generadas por los genes
virales. Los efectos supresores genéticos de los virus no estaban
relacionados, aseguró.
“En
base a estos hallazgos se espera que una vacuna contra el virus del
papiloma humano no tendrá ningún efecto sobre la incidencia de los
carcinomas cervicales”, concluyó su estudio.
Existe
todavía la hipótesis que el virus colabore con la formación del cáncer.
Sin embargo, “cuando las mujeres están expuestas al virus del papiloma
humano genital (VPH), su sistema inmunológico por lo general evita que
el virus haga un daño serio. Pero en un pequeño número de mujeres, el
virus sobrevive durante años”, dice la doctora Shannon Laughlin, de la
Clínica Mayo, al analizar el virus del papiloma en su informe,
Existe
la hipótesis que “el virus puede conducir a la conversión de las
células normales en la superficie del cuello del útero en las células
cancerosas”.
Expertos de la Universidad de California en Berkeley,
en una investigación reciente, descartaron que el virus permanezca en
el cuerpo muchos años. “Puede durar varios años, pero no tanto como se
había sospechado”. Este hecho en sí también genera dudas de que el virus
sea capaz de provocar mutaciones con el tiempo.
La
Clínica Mayo, así como los portales de salud oficiales, mantiene su
recomendación del uso de vacunas para evitar la infección, apoyados al
hecho que éstas aumentan el número de anticuerpos en la sangre.
Los
académicos en general comparten que “no está claro por qué algunas
mujeres son más propensas a desarrollar cáncer de cuello uterino”,
agrega la doctora Laughlin.
Hay otras causas que se
relacionan al cáncer por VPH. En el caso del cervicouterino, el uso a
largo plazo de los anticonceptivos orales aumenta el riesgo, así como la
baja inmunidad, y tener más hijos o más relaciones sexuales, hecho
divulgado ampliamente por los portales médicos oficiales.
Efectos concretos del virus VPH genital
El
virus VPH mismo la mayoría de las veces no genera síntomas, y lo que
produce en ocasiones es prurito y verrugas de tonos marrón, gris o rosa,
que pueden estar agrupadas como una coliflor o protuberancias con
formaciones semi-planas, explica un informe de la Universidad de
Berkeley. Nada de esto es una confirmación del cáncer.
En
las mujeres puede infectar “la vulva, la vagina, el cuello uterino, el
perineo, y la abertura de la uretra y el área rectal”, y en los hombres,
“el pene, la uretra, el escroto y el área circundante, así como en y
alrededor del recto. La boca, labios y lengua también pueden infectarse
(raramente)”.
Lo que ha dificultado los estudios es
que aún “no hay ninguna prueba de rutina disponible para confirmar la
presencia o ausencia de VPH”.
Es por eso que médicos
de Berkeley recomiendan el examen visual de la zona genital como
fundamental para detectar irregularidades, y la historia de exposición
sexual como lo más seguro “para identificar aquellos que pueden estar
infectados”.
“Debido a que las pruebas de rutina no
están disponibles y la reinfección ocurre con frecuencia, es difícil
ofrecer la seguridad de un estado libre de infección que la mayoría de
las personas desearían”, añaden.
Prevenir el virus
El
virus VPH circula entre las personas sexualmente activas: siendo
entonces una infección sexual, la Shannon Laughlin destaca en su informe que
la mejor manera de prevenirlo en realidad “es permanecer en una
relación mutuamente monógama con una pareja no infectada, en caso
contrario, cuando se tienen relaciones sexuales, su pareja siempre debe
usar un condón”.
Por otro lado frente al virus, el
cuerpo reconoce que está circulando una secuencia anormal, por lo que en
unas semanas lo elimina naturalmente. Cuando se replican las células
tumorales, estas células no son reconocidas como anormales y continúan
replicándose.
Presencia del Virus y células alteradas
Los
laboratorios recomiendan el examen periódico screening o Pap, que
consiste en una toma de muestra de tejido uterino para ver si se han
desarrollado cambios en las células, que ya se ha visto
son característicos de las proteínas del virus, pensando que es otra
alternativa para prevenir el cáncer en etapas precoces.
Pero este examen no detecta al virus del papiloma. Estos cambios celulares tampoco significan un cáncer.
Cuando la mujer se somete a un screening, puede que el resultado revele anormalidades comunes en las células, como por ejemplo: discariosis de bajo grado o leve, o quizás, en el menor de los casos, de alto grado.
También puede que el resultado muestre una irregularidad en la superficie de las células escamosas del cuello del útero, la Neoplasia cervical intraepitelial,
una condición en la mujer, que aunque no es un cáncer, se suele llamar
precancerosa porque aumenta también el riesgo de desarrollar cáncer del
cuello uterino.
Puede que el laboratorio le
recomiende entonces un examen de ADN. De acuerdo al portal de salud
oficial del gobierno español, en la actualidad hay varias pruebas para
detectar el virus de esta manera, aprobadas por la Agencia de Drogas y
Alimentación (FDA) en EE.UU., que se realizan asociadas a los screeming
con resultados de células anormales o para mujeres de más de 25 años de
edad en general.
Entre los 200 virus del VPH,
hay unos 40 que actúan a nivel genital, y que se transmiten sexualmente.
Uno de los exámenes detecta el ADN de 14 tipos de Virus del Papiloma
Humano (VPH) de alto riesgo. Entre ellos identifica específicamente al
VPH 16 y el VPH 18, describió la FDA al aprobar el producto comercial en 2014.
La persona que se haga el examen, sabrá si tiene el virus común. La FDA aclara que su presencia no asegura un cáncer.
Lo que sucede es que “la neoplasia intraepitelial cervical,
generalmente desaparece espontáneamente, pero en algunos casos puede
progresar a cáncer cervical invasivo”, señala la especialista de la
Clínica Mayo, haciendo notar también lo que replican los demás, que “no
está claro por qué algunas mujeres son más propensas a desarrollar
cáncer de cuello uterino”, que se cree son causados por el grupo de
virus más agresivos.
Según la FDA, aproximadamente el
10 por ciento de las mujeres infectadas con VPH de alto riesgo
presentan una infección persistente que puede ponerlas en riesgo de
cáncer”.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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