El principio de “mente sana en cuerpo sano” podría complementarse con el
de “mente confiada, cuerpo más sano”, según las últimas investigaciones
sobre la preparación psicológica positiva aplicada al deporte, cuyos
resultados también podrían extrapolarse a otras áreas de la vida
personal.
Pensar “puedo hacerlo mejor” realmente puede
mejorar el rendimiento físico del que lo piensa, según un trabajo
publicado en la revista “Frontiers in Psychology”, destinado a
identificar cuáles son las técnicas de motivación más eficaces. En la
investigación, efectuada en el Reino Unido a través de Internet,
participaron más de 44.000 personas.
El profesor Andrew M.
Lane y un equipo del BBC Lab UK, el laboratorio en línea de la
televisión pública británica, investigaron qué habilidades psicológicas
pueden ayudar más a las personas a mejorar sus puntuaciones cuando
participan en juegos conectados a la Red.
“Los métodos de
automotivación analizados fueron la ‘charla con uno mismo’, las imágenes
mentales y una técnica de planificación basada en plantearse qué ‘haría
entonces si...’”, detalla el doctor Lane, investigador de la
Universidad de Wolverhampton.
Poder de la confianza
Los
científicos comprobaron que aquellos que recurrieron a la
autoconversación, repitiéndose mentalmente frases como “puedo hacerlo
mejor la próxima vez”, consiguieron mejores resultados.
Las
mayores mejoras en el rendimiento se observaron cuando los participantes
se repetían frases motivacionales y cuando se imaginaban a sí mismos
alcanzando esas metas, según la BBC y Wolverhampton.
Los expertos también comprobaron que el rendimiento de los participantes mejoraba al ver previamente videos motivacionales.
Otro
estudio del departamento de Ciencias Deportivas de la Universidad de
Friburgo (UF), en Alemania, muestra que la gente se beneficia más del
ejercicio, tanto psicológica como neurofisiológicamente y aumenta su
bienestar cuando creen que esta actividad tendrá un efecto positivo
sobre ellos.
Los investigadores comprobaron que las
personas pueden ser influenciadas positivamente antes de empezar a
ejercitarse. Invitaron a 76 mujeres y hombres entre 18 y 32 años de edad
al laboratorio, para que se ejercitaran durante 30 minutos en una
bicicleta estática.
Previamente, los separaron en dos grupos,
a uno de los cuales les mostraron una serie de filmes cortos que
elogiaban los efectos positivos de la bicicleta en la salud, mientras
que el otro grupo visionó cortometrajes sin refuerzo positivo.
Los
expertos de Friburgo midieron la actividad cerebral de los
participantes mediante un electroencefalograma (EEG) y les preguntaron
sobre su sensación de bienestar y estado de ánimo, antes y después de
ejercitarse. “Aquellos que creían en los beneficios de la actividad
física y habían visto los filmes elogiosos, disfrutaban más, se sentían
más animados, experimentaban menos ansiedad y estaban más relajados a
nivel neuronal que aquellos menos optimistas respecto al ejercicio”,
explicó el psicólogo a cargo, Hendrik Mothes.
Pensar bien, actuar mejor
Para
la psicóloga clínica y terapeuta Margarita García Marqués, estos dos
estudios son una demostración más “del gran poder que tienen las
creencias de una persona en su propia vida”, y sus conclusiones respecto
de la influencia de una actitud mental positiva “pueden aplicarse a
otras facetas de la existencia”.
“Pensar en un objetivo es el
primer paso en el camino hacia la acción y, cuando se tiene una creencia
o pensamiento positivo hacia ello, es mucho más fácil conseguirlo.
Cuando la creencia es negativa tira de la persona hacia atrás
psicológicamente”, explicó García Marqués, quien dirige el Centro Hara
de crecimiento personal y autoconocimiento.
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Espero te resulte de interés, Blanca
Así mismo lo he experimentado! Gracias Blanca excelente artículo como todos los que publicas. ygonza_8@hotmail.com
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