Tomado de: http://www.periodicodecrecimientopersonal.com/el-encuentro-mas-intimo-no-es-el-sexual-es-el-desnudo-emocional/
Fuente: https://lamenteesmaravillosa.com
El encuentro más íntimo entre dos personas no es el sexual, es el desnudo emocional.
Un intercambio que se produce cuando se vence el miedo y nos damos a
conocer al otro tal y como somos en cada una de nuestras vertientes.
No es fácil de lograr. De hecho, un
desnudo emocional no es algo que se consiga a la ligera ni con
cualquiera. Hace falta tiempo, fuerza y ganas de escuchar, sentir y
abrazar emociones. Autoconocimiento y heteroconocimiento, es decir, el
conocimiento de uno mismo y el de la realidad del otro.
Visto así, no parece casual término
que los escritos bíblicos utilizan para hablar de amor sexual o del
establecimiento de la intimidad es CONOCER. De conocernos y desnudarnos
en pasiones, en sentimientos y en historia emocional va a tratar este
artículo…
El desnudo emocional comienza por uno mismo
El desnudo emocional comienza por uno mismo.
Es decir, es muy importante que las personas nos identifiquemos con lo
que sentimos y nos demos cuenta de cómo nos sentimos cómodos o
incómodos, qué pensamos y cómo podemos utilizar nuestras emociones al
servicio de nuestros pensamientos.
Escucharnos, conectar y conocer
nuestra herencia emocional, es decir, escanear nuestro cuerpo emocional
es imprescindible para destapar nuestros miedos, nuestros conflictos,
nuestras inseguridades, nuestros logros, nuestros aprendizajes, etc.
Conocer nuestra filosofía emocional,
explorar nuestras vulnerabilidades permanentes, ser conscientes de lo
doloroso y que eso fluya, es imprescindible para poder contemplar la imagen que nuestro espejo emocional nos proyecta al quitarnos las prendas que nos “visten”.
El autoconocimiento de nuestras vulnerabilidades emocionales no hace que estas desaparezcan, pero tener una concepción más profunda sobre ella implica que cada vez que aparezca en nuestra vida podamos identificarla y actuar sobre ella, impidiéndole que ahogue nuestras conexiones emocionales.
Nuestra herencia emocional, la clave para conectar
Nuestra herencia emocional ejerce un
fuerte impacto tanto en nuestra capacidad de conectar emocionalmente con
los demás como en las ocasiones que tenemos de hacerlo. Es precisamente
este bagaje, esta piel, la que nos hace matizar y actuar sobre nuestras
sensaciones, sentimientos y emociones de una determinada manera.
Exponernos a nuestros recuerdos y a
aquellas sensaciones que pueden resultarnos desagradables no es fácil y
muchas veces ni siquiera se contempla como útil. Sin embargo, existen
muchas razones por las que resulta recomendable quitarse las prendas:
- Si queremos tener relaciones más significativas, es importante que nos detengamos a mirar al pasado y a sanar las heridas emocionales de nuestra infancia.
- El cableado de conducción que transporta nuestros mensajes emocionales debe ser descubierto para que nuestras reacciones no nos manejen. Por ejemplo, cuando decimos que “nuestro hermano nos saca de quicio”, realmente estamos teniendo la sensación de que sabe en qué tecla tocar para enfadarnos.
- Conocer estas pautas de reacción emocional y comunicarlas nos ayuda a regenerar nuestros pensamientos y nuestro estado de bienestar general.
- Así, cuando realizamos una labor de autoconocimiento, nuestro diálogo interno puede lograr cambiar de “Las personas son peligrosas para mí” a “La forma en que me trataron me hizo daño, pero ya soy consciente y procuro que eso no influya”.
- Cuando accedemos a nuestra herencia emocional y comprendemos cómo los sentimientos del pasado matizan las experiencias del presente, podemos ser más hábiles a la hora de establecer fuertes y sanos lazos de unión con quien nos rodea.
- Ser conscientes de los filtros emocionales, de los abrigos y de las corazas que nos ponemos contribuye a hacernos hábiles lectores e intérpretes tanto de los intentos de conexión de los demás como de los propios.
No es fácil desnudar a una persona herida
Desnudar emocionalmente a las
personas muy marcadas por su pasado puede resultar difícil, pues hace
falta lidiar con las corazas, con las prendas que le vuelven
inaccesible, las desilusiones que envuelven a la persona, los miedos al
rechazo, al abandono, a la soledad…
Para hacerlo se necesita ser
inteligente, amar a la persona y abrir los oídos, los ojos y la piel
desterrando los prejuicios y la actitud de juzgar. Es decir, una escucha
activa emocional a través de todos los sentidos sin “peros” ni comas
fuera de lugar.
Para hacer esto debemos saber que un desnudo emocional no se crea en cualquier tipo de ambiente sino que deben darse las condiciones idóneas para generar emociones, sentirlas, manipularlas, examinarlas y usarlas.
Los escenarios emocionales ideales para el desnudo son aquellos en los que prima la escucha desde el interior, la empatía y la inteligencia emocional. Escenarios en los que se potencia la comunicación y la comprensión con una gran base de respeto y tolerancia.
Solo así lograremos crear un ambiente
emocionalmente distentido en el que realmente pueda darse en el
encuentro íntimo, el desnudo de los miedos, de las inseguridades y de la
verdad emocional. Solo así lograremos esos abrazos que rompen los
miedos, que cierran nuestros ojos y que nos entregan al 200% en cuerpo y
alma.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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