Tomado de: http://diario.mx/Estados_Unidos/2015-04-16_b1825a10/esta-en-la-mirada-el-secreto-del-afecto-entre-un-perro-y-su-amo/
Miami, Florida — El secreto del afecto de un perro está en sus ojos,
dijeron investigadores ayer tras estudiar cómo actúa el establecimiento del
contacto visual en la hormona del amor –la oxitocina– tanto en ejemplares
caninos como humanos.
El estudio realizado por investigadores japoneses y publicado en la revista
especializada Science sugiere que los humanos y los perros evolucionaron
conjuntamente a lo largo de los siglos para convivir como lo hacen hoy.
La clave fue el contacto visual mutuo, que genera altos niveles de oxitocina,
hormona que fortalece la confianza y la conexión emocional.
Estudios previos habían mostrado que, cuando las madres miran a los ojos a sus
bebés, se produce oxitocina y, con ella, corre un flujo de amor y de intensos
sentimientos de protección.
Es gracias al mismo mecanismo que los perros evolucionaron de los lobos
salvajes hasta convertirse en mascotas y amigos de los humanos, descubrieron
los científicos.
“Los perros son más hábiles que los lobos y los chimpancés, que son
respectivamente los familiares más cercanos de los perros y los humanos, en sus
comportamientos sociales comunicativos con los humanos”, dijo el estudio
dirigido por Takefumi Kikusui, del Departamento de Ciencias Animales y
Biotecnología en la universidad Azabu de Japón.
Los científicos estudiaron a los perros y sus dueños y documentaron todas las
interacciones, incluyendo palabras, caricias y miradas, durante 30 minutos.
Cuando luego midieron los niveles de oxitocina de ambos, hallaron que “el
aumento del contacto visual entre los perros y sus dueños condujo a un aumento
de oxitocina en los cerebros de las dos especies”, señaló el estudio.
El mismo experimento realizado con lobos no dio el mismo resultado que en los
perros. Como éstos evolucionaron de los lobos hace cientos de años, el estudio
muestra que los caninos que fueron domesticados y se adaptaron a la compañía de
sus amigos bípedos lo hicieron gracias a que dominaron el poder de la mirada,
que es un elemento clave en la socialización humana.
Los investigadores también rociaron oxitocina directamente en las
narices de los perros y los pusieron en un cuarto junto a sus dueños y otros
extraños. En este caso, “las perras hembras respondieron aumentando la cantidad
de tiempo que sostuvieron la mirada con sus dueños”. No se pudo determinar por
qué no se vio el mismo efecto en los perros machos.
Pero, luego de 30 minutos, los niveles de oxitocina habían aumentado en los
dueños de los perros que habían sido rociados.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
El estudio realizado por investigadores japoneses y publicado en la revista especializada Science sugiere que los humanos y los perros evolucionaron conjuntamente a lo largo de los siglos para convivir como lo hacen hoy.
La clave fue el contacto visual mutuo, que genera altos niveles de oxitocina, hormona que fortalece la confianza y la conexión emocional.
Estudios previos habían mostrado que, cuando las madres miran a los ojos a sus bebés, se produce oxitocina y, con ella, corre un flujo de amor y de intensos sentimientos de protección.
Es gracias al mismo mecanismo que los perros evolucionaron de los lobos salvajes hasta convertirse en mascotas y amigos de los humanos, descubrieron los científicos.
“Los perros son más hábiles que los lobos y los chimpancés, que son respectivamente los familiares más cercanos de los perros y los humanos, en sus comportamientos sociales comunicativos con los humanos”, dijo el estudio dirigido por Takefumi Kikusui, del Departamento de Ciencias Animales y Biotecnología en la universidad Azabu de Japón.
Los científicos estudiaron a los perros y sus dueños y documentaron todas las interacciones, incluyendo palabras, caricias y miradas, durante 30 minutos.
Cuando luego midieron los niveles de oxitocina de ambos, hallaron que “el aumento del contacto visual entre los perros y sus dueños condujo a un aumento de oxitocina en los cerebros de las dos especies”, señaló el estudio.
El mismo experimento realizado con lobos no dio el mismo resultado que en los perros. Como éstos evolucionaron de los lobos hace cientos de años, el estudio muestra que los caninos que fueron domesticados y se adaptaron a la compañía de sus amigos bípedos lo hicieron gracias a que dominaron el poder de la mirada, que es un elemento clave en la socialización humana.
Pero, luego de 30 minutos, los niveles de oxitocina habían aumentado en los dueños de los perros que habían sido rociados.
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