Tomado de: http://lamiradadesanhernan.bligoo.cl/el-perdon-como-arma-de-sanacion-interior
Cuando nos enfrentamos a una traición, una mentira, o una falta cometida en nuestra contra, lo primero que siente nuestro corazón es el dolor y el deseo de venganza, aflora de inmediato la negación del perdón y esto es debido a nuestra naturaleza humana que se sobrepone a la capacidad espiritual de ejercer el perdón y el olvido. Dios nos dice “Guarda tu corazón, porque de Él mana la vida”, pero ¿qué nos quiere decir en esta palabra? Pues muy simple, que guardemos nuestro corazón, que lo reservemos solo para guardar lo bueno ya que es precisamente es en nuestro corazón que albergamos odios, resentimientos, vanidades, egoísmos. Nuestro corazón es perverso y traicionador , NUNCA, JAMÁS! debemos de fiarnos de Él ya que resultaremos muy lastimados.
Lo más valioso que Dios nos dio fue el perdón de nuestros pecados,
hermosa muestra de amor allí en el madero de cruz, lugar de infinito
padecimiento en bien de nuestra salvación y redención, el cada día nos
perdona nuestras faltas, pero nosotros ¿Perdonamos a quienes nos
ofenden? Y si perdonamos ¿realmente olvidamos?. Cada vez que no
perdonamos ofensas vamos acumulando raíces de amarguras que no nos
dejan amar ni ser libres ya que cargamos con dolores no superados,
cargas que no son nuestras y que Dios aun no las toma para tratar con
ellas, ya que hemos negado la posibilidad de que Él actúe en favor
nuestro.El perdón debe ser como una nota de cancelación, rota en dos pedazos y quemada, así nunca se podrá mostrar en contra. Cuando haga un compromiso de perdonar a otra persona, pida al señor que le sane del impacto que el hecho hizo en su vida.
Perdone, olvide y empiece de nuevo.
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Espero que te sea de utilidad, Blanca
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