Por: Iris Corley
Tomado de: http://www.irisdan.net/sanacion
La sanación es el proceso de armonízación de nuestros distintos cuerpos: físico, emocional, mental y sutiles. Hay muchas maneras para poder sanarse de algún padecimiento ya sea este emocional, físico o mental: un tratamiento médico, un retiro en el bosque, escuchar música, hacer ejercicio, meditar, escribir, ayunar, etc. Dice Paracelso que es la naturaleza la que nos muestra el proceso de curación, el médico es solo el instrumento y su labor consiste en encontrar las relaciones ocultas, coordinar una parte con otra.
Aunque todos los cuerpos son alcanzar la armonía de todos los cuerpos es un proceso harto complejo, pero si observas bien, es lo que has estado buscando toda tu vida.
La sanación es el amor en acción, este amor no solo sana las heridas y enfermedades físicas, sana también las heridas emocionales y existenciales. Este amor tiene el poder de restablecer y armonizarlo todo, este amor no es el amor convencional, este es el Amor de Dios que da evidencia de su Poder y Gracia. La sanación física y emocional es solo una etapa de la completa sanación, que es, la íntima comunión con Dios.
Es valioso entender que no lo controlamos todo y podemos caer enfermos en cualquier momento y manera. El momento de la enfermedad puede abrir la puerta a una sanación profunda, puesto que nos puede revelar etapas desconocidas y esenciales de nuestra existencia, y ser la oportunidad donde el amor y la ternura nos transforme.
En este plano, la sanación física es la más buscada, a falta de salud, la presencia de enfermedades, el abrumbe del estrés, traumas del pasado; todos estos son desequilibrios que se reflejan en el cuerpo físico así como en nuestro cuerpo astral.
Conectado con la energía vital y divina que es la más alta vibración, yo soy un canal por el cual fluye y a través de la posición de manos esta energía empieza a hacer un trabajo de sanación sobre tu cuerpo que fluye en diferentes niveles, en tu cuerpo físico, en tu centro emocional y en tu área mental. La energía fluya hacia donde más lo necesitas, destapando lo que necesita ser sanado.
Si entendemos al cuerpo como un río por el cual navega agua y a la energía vital como luz, las situaciones que nos trae la vida nos va dejando piedras, ramas que afecta el cause de nuestro río, son congestiones emocionales, traumas, hábitos dañinos, la luz va a limpiar esas zonas para que el agua corra naturalmente.
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Espero que te sea de utilidad, Blanca
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