Autor: Maestro Djwhal Khul
Compartido por: Lariza Diaz
Fuente: “Tratado sobre Magia
Blanca” y HermandadBlanca.org
La necesidad de pensar
claramente y eliminar pensamientos ociosos, destructores y negativos, aumenta
al progresar en el camino. Djwal Khul nos propone un seguido de 15 reglas
claras y sencillas, que son una guía segura hacia la verdad, para todo aquel que
esté dispuesto a volver a ser un niño. Algunas están expresadas en forma
simbólica, otras en forma velada y otras explican la verdad tal y como es:
1. Observa el mundo del
pensamiento y separa lo falso de lo verdadero.
2. Aprende el significado de
la ilusión, y en su centro localiza el cordón dorado de la verdad.
3. Controla tu cuerpo
emocional, ya que su oleaje impide el paso de la luz del sol e inutiliza todos
los planes.
4. Descubre que posees una
mente y aprende su uso dual.
5. Concentra el principio
pensante y sé el maestro de tu mundo mental.
6. Aprende que el pensador y
el pensamiento y lo que constituye el medio del pensamiento, son diversos en su
naturaleza, y sin embargo uno en la realidad última.
7. Actúa como el pensador y
aprende que no es correcto prostituir tus pensamientos en el vil deseo
separatista.
8. La energía del
pensamiento es para el bien de todos y para la ayuda del Plan de Dios. Por lo
tanto no la utilices para fines egoístas.
9. Antes que una forma
mental sea construida por pensamientos, visualiza su propósito, asegura su meta
y verifica su móvil.
10. El camino de
construcción consciente no es aún la meta. El trabajo de limpiar la atmósfera
del pensamiento, cerrar para siempre las puertas al odio, al dolor, al temor, a
los celos y a los bajos deseos, debe preceder al trabajo consciente de
construcción. Cuida tu aura, oh caminante del sendero.
11. Vigila atento los
portales del pensamiento. Guárdate del deseo. Elimina todo temor, todo odio,
toda codicia. Mira afuera y arriba.
12. Porque tu vida está
principalmente centrada en el plano de la vida concreta, tus palabras y tu
lenguaje indican tu pensamiento. Presta a éstos cuidadosa atención.
13. Las palabras son de tres
tipos. Las palabras vanas producirán su efecto cada una. Si son buenas y
amables, nada necesita hacerse. De lo contrario el pago del precio no demorará
mucho. Las palabras egoístas, emitidas con gran intención, construyen un muro
de separación. Largo tiempo requiere la destrucción de ese muro para liberar el
propósito egoísta acumulado. Reflexiona sobre tu móvil y trata de emplear esas
palabras que fusionen tu pequeña vida con el gran propósito de la voluntad de
Dios. La palabra de odio, la expresión cruel que arruina a quienes sienten su
conjuro, la habladuría ponzoñosa que va de boca en boca porque causa una
emoción, matan los impulsos vacilantes del alma, cortan las raíces de la vida y
traen la muerte. Si son pronunciadas a la luz del día, traerán justa
retribución; dichas y registradas como mentiras, refuerzan ese mundo ilusorio
en que vive quien habla, y detienen su liberación. Si se pronuncian con la
intención de herir, dañar y matar, vuelven a quien las ha emitido y lo hieren y
matan.
14. El pensamiento vano,
egoísta, cruel y de odio, expresado en palabras, produce una prisión, envenena
todas las fuentes de la vida, provoca enfermedad y causa desastres y demora. En
consecuencia, sé amable, bondadoso y bueno, dentro de tus posibilidades. Guarda
silencio y la luz entrará en ti.
15. No hables de ti mismo.
No te compadezcas de tu suerte. Los pensamientos del ego y de tu destino
inferior impiden que la voz interna de tu propia alma suene en tu oído. Habla
del alma; trata de explayarte sobre el plan; olvídate de ti mismo construyendo
para el mundo. Así se neutraliza la ley de la forma. Así la ley del amor puede
entrar en el mundo.
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Espero te haya sido de utilidad, Blanca
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