Por Meera Senthilingam, CNN
¿Sabías que tú tienes una "huella de olor"?
Los olores que emanan de diversas partes del cuerpo son únicos para
un individuo; se forman con compuestos selectos que varían dependiendo
de la edad, la dieta, el sexo, el metabolismo... y la salud.
"Algunas enfermedades resultan en un olor característico que emana de
diferentes fuentes en el cuerpo de un individuo enfermo", dice Mats
Olsson, un psicólogo experimental en el Instituto Karolinska de Suecia.
El olor de una persona no se escapa tan solo de su piel sino de su
aliento, sangre y orina, y algunas diferencias sutiles revelan cuán
saludables son.
"En promedio, las personas huelen más desagradable cuando están enfermas", dice Olsson.
¿Diabetes? Huele a manzanas podridas
En estudios recientes se ha descubierto que varias enfermedades
albergan olores distintivos en el cuerpo, entre ellas se reporta que las
personas con fiebre tifoidea huelen como a pan horneado, las personas
con fiebre amarilla huelen como a carnicería y la enfermedad glandular
escrófula puede dejar a las personas con olor a cerveza rancia...
sutiles aromas percibidos muy probablemente por una nariz entrenada.
Una enfermedad más común, con un olor característico es la diabetes,
que se describe como toques de manzanas podridas, causado por las bajas
concentraciones de acetona liberados en la respiración. Sin embargo, el
cambio es sutil y lo siente con más facilidad una nariz entrenada, tal
como la de George Preti, un químico orgánico del Monell Chemical Senses
Center.
Preti ha estado estudiando el olor corporal durante más de 30 años.
"Uso mucho el transporte público y de vez en cuando me encuentro con
alguien que emana un olor fuerte y es evidente", dice Preti.
El equipo de Olsson emprendió un desafío más general... para explorar
cómo los olores pueden revelar cuando alguien está enfermo o ha sido
infectado recientemente. Se piensa que el proceso es evolutivo entre los
seres humanos que sienten el cambio y se mantienen alejados... para
mantenerse saludables.
"Las personas deberían ser capaces de detectar cuando alguien es
contagioso", dice Olsson, quien olfateó la verdad en un estudio
reciente.
Oler a los enfermos
El equipo inyectó a voluntarios humanos con lipopolisacáridos
(LPS)... un compuesto conocido por activar el sistema inmune innato y
las respuestas inflamatorias en los seres humanos como si estuvieran
luchando contra las bacterias.
Al inyectar a ocho voluntarios, ya sea con LPS o con un placebo, se
provocó que los cuerpos se comportaran como si estuvieran enfermos o
saludables. Luego se recopilaron los olores corporales de las axilas de
las camisetas usadas por los voluntarios, listos para ser inspeccionados
por un panel de jueces cuyas narices fueron entrenadas para la ocasión.
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Los olores fueron olfateados por un panel de 40 personas, quienes
describieron su intensidad y qué tan gratos eran. Se descubrió que los
olores procedentes de cuerpos que habían empezado a comportarse como si
estuvieran enfermos olían de manera más desagradable... lo que demostró
que la enfermedad tiene un olor.
"Este fue el primer estudio experimental que demostró que cuando estás enfermo, tu olor es diferente", dice Olsson.
En este caso, el cambio en los olores no hacía distinción entre las
enfermedades, sino que fue una luz de advertencia –o un olor– de que
alguien estaba indispuesto ya que su sistema inmunológico estaba activo.
Los beneficios de la repulsión
Desde que se llevó a cabo el estudio en 2014, Olsson ha estado
explorando las dosis en las que estos olores pueden ser percibidos, así
como la respuesta del cuerpo a los olores desagradables.
En estudios más recientes, él descubrió que la repulsión que sienten
las personas cuando olfatean olores desagradables activa una reacción
inmune leve de su parte a fin de protegerlos más de la enfermedad.
Olsson probó las reacciones inmunes en personas expuestas a una gama
de olores desagradables –entre ellos queso, pescado fermentado y
levadura podrida– y descubrió aumentos leves en la actividad inmune. Las
personas estaban preparando su cuerpo para atacar.
"La repulsión emocional está presente para mantenernos saludables", dice Olsson.
Olores alternativos
Olsson también ha estado explorando otras fuentes de olores delatores
–entre ellas la orina– y su próximo objetivo es el aliento, el cual es
más difícil en lo que se refiere a tomar muestras y exponer a las
personas a él.
"Vimos que este proceso inflamatorio también afectó el olor de la
orina y dejó ver un buen indicador de algunas enfermedades", dice
Olsson.
Pero Preti advierte que cuando se trabaja con los olores más
metabólicos, tales como aquellos en la orina y en el aliento, existen
muchos otros factores que entran en juego, aparte de la actividad
inmune. "Estos pueden ser afectados por tu dieta o el microbioma de tu
cuerpo... esto hará que la situación sea más difícil de diagnosticar",
dice Preti.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
Excelente
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