Tomado de: http://www.laopinion.com/2016/02/06/no-dejes-que-el-dolor-arruine-tu-vida/
Por:
Tenía tan solo 19 años cuando se
despertó una mañana con un estado de debilidad que se le transformó en crónico
y en todo un misterio, hasta que a los 36 años fue finalmente
diagnosticada: Síndrome de Fatiga Crónica (CFIDS).
El lidiar inicialmente con esta
condición médica —que a menudo afecta el sistema nervioso central, el cerebro,
la sangre, los músculos, las articulaciones, el tracto gastrointestinal y el
sistema linfático— no fue nada fácil para Joanna Charnas, una trabajadora
social certificada con practica en el área de la psicoterapia en California y
Massachusetts.
“Durante los años que no sabía lo que
tenía los médicos no me daban respuestas”, cuenta. “Y yo tenía días que no
tenía energía ni para cepillarme los dientes”.
Consciente de su situación médica, que
en contadas ocasiones la puso en un estado de depresión y frustración, la
graduada de la Universidad de Boston decidió ponerse sus “grandes pantalones de
mujer” para lidiar con esta enfermedad crónica que todavía no tiene cura y
causa mucho dolor y agotamiento.
Para ello habló con varios conocidos
que padecían enfermedades crónicas y tras las conversaciones y su
experiencia propia, identificó ciertas estrategias que ayudan a vivir con
la mejor calidad de vida posible cuando se padece de un mal crónico.
Tal como lo describe en su libro Living
Well with Chronic Illness (Vivir bien con enfermedades crónicas),
estas serían algunas de las medidas de autoayuda para quienes sufren de
fatiga, depresión, fibromialgia, dolor u otras enfermedades incurables.
1-
Lograr un diagnóstico y el mejor cuidado médico
Charnas recomienda insistir ante los
médicos que no tienen un diagnóstico ante situaciones donde uno no se siente
físicamente bien, con algún dolor crónico o carece de energía.
“Uno no se puede conformar con
respuestas de que el problema es una situación emocional o psicológica”,
acentúa la trabajadora social. “Cuando uno se siente enferma hay que insistir e
insistir, hasta uno encontrar al doctor correcto que nos dé un diagnóstico y el
mejor cuidado médico”.
2-
Lucir bien, sentirse bien
Muchas de las enfermedades crónicas
causan dolor y deforman ciertas partes del cuerpo. Ante ello, la trabajadora
social dice que hay que aprender a sentirse bien con uno mismo y cuidar la
apariencia personal, ya que esto ayuda a maximizar la salud mental.
“Hay que vestirse lo mejor posible con
lo que el presupuesto y la energía lo permite”, dice la vinculada al
Departamento de Salud Mental del Centro Médico Naval de San Diego, un famoso
hospital universitario en el sur de California, por más de dos décadas.
3- Educarse sobre la enfermedad
El aprender lo más que uno pueda
sobre la enfermedad crónica que padece empodera al paciente a tomar, con los profesionales
de la salud, las mejores decisiones médicas para su tratamiento. Al mismo
tiempo ayuda a entender la enfermedad, aprender estrategias para
controlarla y, por ende, a disminuir el miedo y la ansiedad ante ella.
4-
Escuchar los mensajes de alerta
Hay que escuchar y saber responder a
los mensajes de alerta que el cuerpo envía cuando se realizan ciertas tareas o
se reacciona con ciertas actitudes emocionales que provocan estrés o conflicto
internos, los cuales empeoran los síntomas de la enfermedad crónica que se
padece.
5-
Informarse sobre los derechos legales y financieros
La Ley de Licencia Médica Familiar
(Family Medical Leave Act, FMLA) protege a los pacientes de divulgar el nombre
de la enfermedad que se le fue diagnosticada a su empleador a menos que decida
hacerlo.
6-
Considerar la vida espiritual
“Mantener la fe es importante cuando se
padece de cualquier enfermedad”, asegura Charnas. “Sea cual sea la fe, creer
en una fuerza superior puede marcar la diferencia en la vida cuando se
lucha contra una enfermedad”.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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