Por: Elvia García Salazar
Ciudad Victoria, Tamaulipas.- Después de 6 meses de tomar té de
Moringa, Francisco Aguilar Ortiz asegura que sanó de la diabetes, la
presión arterial, también de sus ojos, aunque explica que su fe en Dios y
una actitud positiva también ayudaron.
Por ese agradecimiento a Dios que hizo que el milagro se realizara en
su cuerpo, Francisco Aguilar vende las hojas, vainas, semilllas,
corteza y cápsulas que el mismo prepara con las hojas secas de Moringa,
el árbol originario de la India, y que en Victoria particulares
comenzaron a sembrar en sus patios.
“Hace seis meses ya me iban de los ojos a operar en la Carlota, me
dio un derrame en el ojo y casi no veía, me sentía muy cansado, los
pies se me hinchaban por la diabetes, traía la presión alta, ya estaba
muy mal, yo, deprimido porque caminaba dos cuadras y me cansaba, este
árbol de la moringa me salvó la vida”.
Para que no duden que la moringa lo alivió de las enfermedades que
padecía, Francisco muestra a todos los que van al puesto ambulante que
tiene en la plaza San Marcos, el diagnóstico médico que señala que tiene
una retinopatía aguda, también da testimonio de su sanación.
“Yo soy muy barato realmente, me han reclamado otros vendedores el
bajo precio, pero si Dios a mi me ayudó para que esa yerba me sanara lo
menos que puedo hacer es compartirla con los demás, pienso hacer más
cápsulas para regalar a personas que no tengan medios para comprarla,
muy mi gusto es si la regalo a la gente”.
Antes de ser sanado por la moringa, Francisco no se dedicaba al
comercio, trabajaba en la venta de terrenos y casas, pero ya no tenía
fuerzas para desempeñar ese trabajo, así que decidió dedicarse por
completo a la comercialización de la yerba milagrosa.
“Lo bueno fue que a mi no me internaron, porque si no me hubieran
cortado ya una pierna, hay mucha gente con diabetes en los hospitales,
los tratamientos pareciera que no nos curan, antes más nos matan. Mi
consuegra tiene dos plantas de moringa y ella fue la que me regaló las
hojas, bajo mi responsabilidad yo abandoné las pastillas de la diabetes,
y me siento muy bien”.
Con 10 hojas se prepara un litro de té, (dice Francisco), pero
también se pueden masticar las semillas secas de la moringa, hacer otro
té con la corteza de la vaina, y con el polvo de las hojas secas,
ponerle a la comida como si fuera condimento.
Francisco se muestra feliz de dejar atrás la pesadilla de sus enfermedades, un infierno que quisiera ningún ser humano pasara.
“Por la diabetes le da a uno diarrea y estreñimiento, llevaba varios
días así y se me ocurre masticar la semilla seca que había sacado de las
vainas. Pasó muy poco tiempo y la diarrea se fue, hay personas que no
creerán en las bondades del árbol e incluso ya han tomado y no ven
resultados, pero creo que también cuenta la actitud, que seas positivo y
que creas que en verdad te vas a curar, que tengas fe”.
Las piernas de Francisco ya no están hinchadas, puede caminar grandes distancias y no hay el cansancio de antes.
“En mí se hizo ese milagro de sanación, pero hay personas con las que
no sucedió nada, hasta aquí han llegado de los dos testimonios, una
señora que se curó del cáncer y tiene unas plantas en su casa, ahora me
vende las hojas, porque ella ya no necesita, ya hay varios testimonios
de alivio en Ciudad Victoria”.
Entre las enfermedades que cura la Moringa, se encuentran: Presión
arterial alta, cáncer, diabetes, Colesterol; es desintoxicante,
antioxidante, mejora la cicatrización de heridas y aumenta las defensas
del sistema inmunológico.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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