Fuentes:
- “Insulin-like effects of taurine”. PubMed 1976 Jul-Aug 22(4):503-7 Dokshina GA, Silaeva Tlu, Lartsey El.
- “Caffeine, fluid-electrolyte balance, temperature regulation, and exercise-heat tolerance”. PubMed 2007 Jul;35(3):135-40. Armstrong LE, Casa DJ, Maresh CM, Ganio MS.
- Revue “Effervesciences”
http://www.saludnutricionbienestar.com/
Tomado de: http://www.periodicodecrecimientopersonal.com/despues-de-leer-esto-empezara-a-beber-mas-agua/
La solución para muchas personas que sufren artrosis, dolor de espalda, asma y otras muchas enfermedades como depresión, dolor de cabeza o ardor de estómago podría ser, según el Dr. F. Batmanghelidj, beber agua.
El Dr. F. Batmanghelidj es un médico iraní autor de ocho obras sobre este tema que falleció en 2004. Sus teorías médicas son terriblemente controvertidas, aunque sus libros han sido traducidos a quince idiomas y se venden por todo el mundo.
Nació en 1931 en el seno de una
acaudalada familia persa; fue educado en un colegio privado en Escocia y
después realizó estudios de Medicina en Inglaterra. Regresó a Irán para
ayudar a desarrollar su red de hospitales, pero en 1979 fue encarcelado
durante la Revolución islámica que ocasionó la caída del último Sha de Persia, Mohammad Reza Pahlevi.
Fue condenado a muerte, pero su
ejecución quedó aplazada porque sus carceleros necesitaban a un médico
que se ocupara de los detenidos. Y según el Dr. Batmanghelidj, en esas
trágicas circunstancias realizó un descubrimiento que iba a revolucionar
la vida de miles de sus pacientes.
La úlcera de estómago desaparece
Mientras ejercía la medicina en las
penosas condiciones de la cárcel, el Dr. Batmanghelidj tuvo que hacer
frente un día al caso de un detenido que sufría claramente una úlcera de
estómago. Como no tenía ningún medicamento, le recomendó que bebiera un
vaso de agua, después otro y, al ver que le calmaba el dolor, otro vaso
más. El paciente se recuperó tan rápido que el doctor no tardó en
proponer este sencillo remedio a otros muchos de sus enfermos.
Tras comprobar en muchas otras
ocasiones que el simple hecho de beber mucha agua mejoraba los síntomas,
el doctor se propuso encontrar una explicación para ello.
Según él, el agua actúa de una forma
tan potente sobre los prisioneros que se encuentran en unas condiciones
terribles porque están en situación de carencia y déficit. En
consecuencia, ¿habría que extender este déficit a todas las personas
para que se produjeran trastornos que entonces no hiciera falta tratar
con medicamentos?
Esto es precisamente lo que se
propuso averiguar al ser liberado en 1982. Se refugió en Estados Unidos y
descubrió el abanico de “enfermedades de la civilización”, que estudió
entonces con nuevos ojos. De hecho, llegó incluso a reconstruir toda la
fisiología humana al completo relacionándola con su principal -sino
única- preocupación: la deshidratación crónica.
En opinión del Dr. Batmanghelidj, el
hombre habría perdido a lo largo de la evolución su capacidad para
sentir sed. Así, en el hombre moderno, las señales de alerta y
compensación no se ponen en marcha de inmediato cuando el cuerpo está
deshidratado.
Además, la sensación de tener sed
disminuye con la edad, tal y como se pudo comprobar durante la ola de
calor que sufrió Europa en el verano de 2003, que ocasionó muchísimas
muertes (sólo en España más de 15.000 durante ese verano, y no fue el
país más afectado). Miles de personas mayores se deshidrataron sin
llegar a reaccionar, ya que no sentían la necesidad de beber.
Por último, la sensación de sed
desaparece a causa de ciertos medicamentos que interfieren con las
hormonas de la sed y por los artificios de la alimentación de nuestro
estilo de vida: el café, el té y todos los refrescos energizantes que se
definen como bebidas para apagar la sed y son en realidad diuréticos
(provocan la necesidad de orinar), o aportan azúcares y sales minerales
que aumentan todavía más la deshidratación.
Hasta el agua mineral, cargada de
sales de calcio o de magnesio según la estrategia de marketing que
toque, obliga al organismo a evacuarla aumentando la secreción de orina.
Aunque el Dr. Batmanghelidj recomienda beber agua y nada más que agua,
ya sea del grifo o mineral, permite sin embargo que después de realizar
un esfuerzo se tomen bebidas del tipo Gatorade o Isostar,
que proporcionan exactamente el volumen de agua y la cantidad de
minerales que ha perdido el organismo. No obstante, se le puede objetar
que el agua de grifo casi siempre contiene calcio y magnesio.
En cambio, apenas se manifiesta en contra de las bebidas tipo Red Bull,
que son cócteles de sustancias diuréticas: cafeína, azúcares y taurina,
con un efecto comparable al de la insulina (a pesar de ello, alguno
estudios recientes han demostrado que la cafeína no provoca
deshidratación). (1) (2)
Por otro lado, numerosos
medicamentos, en especial aquellos con fines neurológicos o
psiquiátricos, modifican la percepción de la sed y producen la sequedad
de las mucosas, sobre todo en la boca.
De esta manera, el hombre no sabría
valorar sus necesidades reales de agua. En estos casos, el agua que hay
en las células (el 66% del agua de nuestro organismo) experimenta un
proceso de ósmosis inversa para pasar a la sangre y permitir que
mantenga su fluidez.
Esta evacuación forzosa del agua de las células
provoca desajustes intracelulares de toda clase, ya que más del 93% del
agua de la célula está asociado a proteínas, enzimas y membranas, y
participa en la estructura de la célula y en su labor bioquímica. Cuando
la deshidratación es crónica, los desajustes celulares se multiplican y
todo el organismo enferma.
Según el Dr. Batmanghelidj, muchas
enfermedades que no se curan con un simple vaso de agua podrían ser
tratadas realizando una rehidratación sistemática mediante al menos dos
vasos de agua antes de cada comida para satisfacer el déficit latente.
Esto es lo que asegura el Dr.
Batmanghelidj respecto a ciertas enfermedades. Por favor, tenga muy en
cuenta al leer lo que sigue que sus teorías no han sido demostradas
científicamente y son fruto exclusivamente de sus observaciones y
opiniones (3):
Asma
El Dr. Batmanghelidj afirma haber
curado a miles de asmáticos y haber mitigado la enfermedad en la mayoría
de los casos prohibiendo tomar excitantes y refrescos y haciendo beber a
los enfermos a lo largo del día la cantidad suficiente de agua para
alcanzar una correcta hidratación.
Se suele admitir que el asma se
origina por la entrada de materias extrañas en los bronquios que
provocan su inflamación y constricción (estrechamiento) debido a la
acción local de la histamina, un mensajero del sistema inmunitario.
El Dr. Batmanghelidj considera que la
histamina es la causa de la broncoconstricción. Esta sustancia se suele
encontrar además en todos los tejidos respiratorios de los enfermos.
Pero según él, la histamina actúa regulando la hidratación del cuerpo
con el fin de disminuir la pérdida de agua a través de la respiración.
En caso de disminuir la presión arterial en los pulmones, la histamina
se produciría de forma local, por lo que beber permitiría detener su
producción una vez normalizada dicha presión.
Dolor de espalda
En su estado normal, los cartílagos se encuentran muy hidratados.
Cuando están cargados de agua, son lisos y las articulaciones se mueven a
la perfección. Pero cuando están deshidratados, ya sea por el
envejecimiento o por una enfermedad, se endurecen y se vuelven rugosos.
Cada movimiento produce una fricción y la inflamación que se genera
provoca la aparición de artrosis.
En la columna vertebral, cada vértebra descansa sobre un disco pulposo (nucleus pulposus
en latín, que quiere decir nudo pulposo) rico en agua, que actuaría
como un cojín amortiguador. Si este cojín pierde su volumen por la
pérdida de agua, la consecuencia es que unas vértebras aplastan a otras,
pinzando los nervios o la propia médula espinal y produciendo dolores
lumbares, a menudo insoportables.
Inyectar plasma marino isotónico en
las vértebras proporciona unos resultados sorprendentes al rehidratar
estos discos vertebrales. En este caso sabemos qué se está inyectando y
dónde, pero en opinión del Dr. Batmanghelidj la rehidratación puede
realizarse de una manera todavía más sencilla bebiendo con frecuencia
agua mineral y dejando de tomar sustancias excitantes, azucaradas o
diuréticas.
Dolor de cabeza
Según el Dr. Batmanghelidj, la
mayoría de las migrañas se deben a una deshidratación de la sangre por
la ingesta de alcohol, excitantes o diuréticos, o aparecen después de
una comida con alimentos ricos en histamina: chocolate, queso, pescado,
marisco o alimentos fermentados. Hay otros productos que también pueden
provocar migraña por su efecto liberador de histamina como las fresas,
los cacahuetes, la yema de huevo… Por supuesto, la deshidratación que
origina migrañas también puede deberse a un golpe de calor o simplemente
al hecho de pasar muchas horas en un ambiente seco sin beber lo
necesario (por ejemplo en viajes, sobre todo en los vuelos de larga
distancia).
Sin duda alguna, la migraña es una
poderosa señal del organismo para que reaccionemos ante la
deshidratación de la zona más rica en agua y a la vez más frágil de todo
el cuerpo: el cerebro.
Pero tenga en cuenta que beber agua
no tiene efecto inmediato frente al dolor de cabeza, por lo que no
espere un efecto como el de tomar un analgésico.
Dolores digestivos (estómago o intestinos)
Recordemos que el Dr. Batmanghelidj
comprobó por primera vez los efectos beneficiosos e inmediatos de un
tratamiento con agua al enfrentarse a un enfermo con una úlcera de
estómago. Y es que con este “remedio” se puede acceder de forma directa a
la mucosa afectada.
Las condiciones de vida modernas, que
implican picar entre horas continuamente, tomar excitantes y bebidas
con gas, estrés diario y horarios cambiantes, nos llevan directos a una
deshidratación de las mucosas que vuelve ineficaz al moco protector,
provocando después una fuerte inflamación y, por último, al cabo de unos
años, tumores.
Abandonar esta dieta caótica y tomar
agua de forma regular entre comida y comida permite la rehidratación
local por mero contacto y un alivio rápido de los dolores.
Depresión y estrés
Las relaciones humanas son la primera
causa de ansiedad crónica, seguidas por la depresión, si bien una mala
alimentación y una mala hidratación acaban ampliando el fenómeno.
Atención: los ansiolíticos y demás
sustancias psicotrópicas disminuyen la sensibilidad a la sed. Además, el
té, el café e incluso las infusiones relajantes tienen un potente
efecto diurético.
Esta deshidratación, según el Dr.
Batmanghelidj, ocasiona trastornos psíquicos (insomnio, irritabilidad,
fatiga crónica…) que la medicina suele tratar con psicotropos. De esta
manera, el ciclo se prolonga y los síntomas se agudizan.
Obesidad
Según el Dr. Batmanghelidj, el
cerebro, el órgano que más glucosa transportada por el plasma sanguíneo
devora, es muy sensible a la deshidratación: cuando las células gliales
que alimentan a las neuronas tienen hambre, emiten señales de socorro al
organismo.
Pero los mensajes se confunden y, en
alguna parte, los de la sed son silenciados por los del hambre y las
personas que ya tienen déficit de agua se ponen a comer más, ampliando
dicho déficit. Partiendo de estas mismas causas, vemos cómo patologías
tan diversas como la artrosis, la hipertensión, la depresión y tantas
otras “enfermedades” se van curando con remedios diferentes, mientras
que el denominador común, la deshidratación, nunca se combate.
¿Qué se puede pensar de un remedio tan sencillo como el agua?
Para ser sinceros, no podemos aceptar
todas las afirmaciones del Dr. Batmanghelidj. La mayor parte de ellas
no han sido estrictamente demostradas y su razonamiento sigue estando
sujeto a sus propias observaciones.
Sin embargo, lo que sí es seguro es
que la medicina actual presta poca atención al grado de deshidratación
de los enfermos. Dos gestos tan fáciles como inspeccionar la lengua y
las encías y observar el fondo del ojo durante un examen clínico sólo
los practican ya… ¡los veterinarios!
Por ello, si usted sufre alguno de
los problemas de salud que ha visto antes y sospecha que bebe poca agua,
no pierde nada haciendo la prueba de seguir los consejos del Dr.
Batmanghelidj, consistentes básicamente en aumentar el consumo de agua.
Usted mismo podrá comprobar si un remedio tan simple surte efecto. Y si
es así, siempre puede comentarlo con su médico para que, a través de las
pruebas biológicas correspondientes de sangre u orina, compruebe si
efectivamente se ha producido esa mejoría con un tratamiento tan
natural.
Tenga también en cuenta que no se
trata de pasar a beber una cantidad excesiva de agua, pues si es malo
beber poco, beber demasiada agua podría llevar a sufrir una intoxicación
hídrica, que es un proceso renal grave. El mensaje con el que debe
quedarse después de leer el texto de hoy es preguntarse si usted bebe lo
suficiente, pues a veces no sentimos sed y se nos olvida beber. Si eso
le está ocurriendo a usted, simplemente beber la cantidad suficiente de
agua al día podría tener efectos muy beneficiosos sobre su salud.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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