Fuente: angelesamor.org
Los sueños son una guía para orientarse, para saber por dónde ir y para tener una motivación de vivir.
¿Imaginas tu vida sin que nada te
motivara, sin que tuvieras ilusiones, esperanzas, ciertas
visualizaciones para ti y para los tuyos? Sería una vida extraña, plana,
aburrida y desganada.
Sin un norte hacia donde desear ir,
no sabríamos dirigirnos, no podríamos elegir, no sabríamos si algo es
agradable o desagradable. Cualquier cosa daría lo mismo. Todo seria
neutro y podríamos encontrarnos continuamente en varias encrucijadas de
toma de decisiones sin saber cual tomar.
¿Por qué Buda dijo que los deseos son nuestro mayor problema?
Los deseos tienen la particularidad
de guiarnos y motivarnos a vivir, pero cuando un deseo se convierte en
una obsesión y una orden para el universo, ese regocijo puede
transformarse en una gran pesadilla.
Si bien es cierto que es necesario
tener preferencias, estas no son reglamentos que podamos imponer a la
vida y que ella tuviera que otorgarnos por obligación y de inmediato sin
que estemos preparados para recibir. Los deseos son los impulsos que
nos muestran el camino por donde dirigirnos, pero al mismo tiempo se
transforman en el maestro que nos ayuda a descubrir la fórmula secreta
para llegar a ellos.
Los deseos solo te muestran lo que
hay al final de la ruta que tú tienes que transitar y descubrir por tus
propios medios . Nadie puede transitarla por ti. Puedes tener
referentes, algunas personas pueden inspirarte y servir de faro, pero
nadie puede dar los pasos que tienes que dar por ti.
Al parecer, a la vida le interesa
mucho que aprendas el camino, más que el resultado mismo. Ella sabe que
si alguien te diera lo que buscas, no habrás aprendido nada, no te
habrás dado cuenta de que puedes conseguir todo por medio de tu propia
energía, por tu propio valor y por tus propias capacidades.
La vida tiene todo lo que necesitamos
y la aventura consiste en alinearse para obtener ese flujo de bien que
llega a nosotros por derecho divino. La vida no puede negarnos lo que
necesitamos, pero nosotros podemos negarnos a recibir ese bien.
Cuando por un lado, rechazamos
nuestros sueños y por otro lado estamos diciéndole a la vida que es
injusta con nosotros, estamos haciendo un corto circuito. La maestría se
alcanza cuando nos damos cuenta de esta contradicción que reina al
interior de cada uno y como consecuencia, dejar de oponer resistencia a
nuestro bien.
Tu sueños te dicen lo que puedes perseguir, la vida lo tiene para ti y tu ¿Qué haces con eso? ¿Lo recibes o lo rechazas?
A la vida le interesa mucho que
cumplas tus sueños, pero no es por el objetivo de la meta, sino por tu
aprendizaje para llegar allí. Si hace tiempo que estas persiguiendo un
sueño que aun no has podido cumplir, tienes que “hacer algo” que no
estás haciendo y “dejar de hacer” otra cosa que estás haciendo y que no
te está funcionando.
¿Cuáles son esas cosas? Esa es la
fórmula que tienes que descubrir. Cuando lo consigas conscientemente,
sabrás como conseguir cualquier otra meta. La ruta es una sola y está
diseñada por ley. Si la descubres, el camino se abre y florece para ti
en cualquier aspecto de tu vida.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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