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lunes, 1 de agosto de 2016

Entrenar el pensar mal por el pensar bien

Por: Marijose César

Tomado de: http://www.vanguardia.com.mx/articulo/entrenar-el-pensar-mal-por-el-pensar-bien


 Dejar de suponer y pensar en positivo

“Si tienes duda aclárala. Suponer te hace inventar historias increíbles que sólo envenenan tu alma.”

Autor desconocido

Hace unas semanas me sucedió una experiencia que me dio una gran lección. Estaba realizando una cotización para unas cortinas, y la persona que me las cotizaba, quien me había dado ya anteriormente un muy buen servicio, me dejó plantada para la cotización dos veces. La primera vez la justifiqué pero me molesté porque me hizo esperar media hora, la segunda vez no la esperé y simplemente me fui. Mi cabeza comenzó a revolotear con pensamientos cómo por ejemplo… “Tal vez no le interesa lo suficiente”, o “Si esto me hace con la cotización imagínate después en la instalada.” Pasaron unos días y me dije a mí misma, ¿Porqué no le doy una oportunidad? Le llamé y ella estaba muy disponible y con una actitud sumamente positiva. Cuando la vi llegar, me di cuenta que se veía con un pesar muy grande, casi no podía bajarse de la camioneta porque tenía un problema de espalda y batallaba casi para estar de pie. Podía percibir su dolor en su cara, pero ella con toda una actitud positiva, mucha humildad pidiéndome disculpas por haberme quedado mal y con grandes ganas de realizar su trabajo. Salí de la casa, con una sensación de culpa y me dije a mi misma: ¿Por qué no pude justificar de forma natural lo que pasó y me fui directo al juicio? ¡Qué gran lección me has querido dar Dios mío!


¿Por qué aunque aparentemente tengamos justificación de juzgar, culpamos y nos anticipamos? Claro, ella me plantó dos veces, pero en realidad desconozco el porqué no pudo llegar. Mi lección fue… ¿Por qué no puedo pensar “tal vez se le complicó o se sintió mal” en vez de “no le interesa lo suficiente”? La habilidad de juzgar y culpar a otros se entrena y se agudiza con el ejercicio de la vida diaria. Lo bueno y lo malo se aprende y se desarrolla con la práctica. Entre más se juzgue o culpe, más se agudiza el sentido de ver el mal y de criticar o señalar las acciones de los demás.


Realizar una suposición es dar por hecho algo sin buscar pruebas que apoyen ese razonamiento.  Es buscar una explicación y reforzarla con afirmaciones y pensamientos, pero en ocasiones, estos pensamientos generan más pensamientos que refuerzan esa creencia negativa. Muchas suposiciones se generan por la costumbre de hablar de los demás, y terminan siendo un rumor meramente falso. Si de manera consciente dejamos de hablar o pensar bien o mal, pudiéramos evitarnos muchas suposiciones que se convierten en declaraciones inválidas. Cuántas veces pensamos o hablamos de cosas que no estamos seguros, porque aunque enfaticemos que estamos expresando nuestra opinión, muy probablemente olvidamos decir que no estamos seguros. La mente va creando imágenes e historias, que se convierten en combustible de malos pensamientos.

Las suposiciones suelen ser negativas, por eso hay que entrenarnos a pensar y suponer bien de los otros. Que de nuestra mente no salga el mal ni de nosotros una actitud de juicio. Personas podrán decir que estás mal o seguir el afamado “Piensa mal y acertarás”, pero porqué no podemos mejor sembrar el “Piensa positivo y se compasivo.” Si el otro te hace una mala acción, el cargará con esa responsabilidad y eventualmente tendrá que resolverlo, pero cuida que de ti lo único que salga sea positivo, sea compasión, sea pensar bien del otro y desear el bien. Si llegásemos a comprender que lo que pensamos y sentimos hacia otros, lo hacemos hacia nosotros también, cuidaríamos mucho más nuestros pensamientos y actitudes.

Recuerda que todo lo que emites es también lo que a la larga atraes. Si emites juicio, enojo, negatividad, seguirás atrayendo ese tipo de situaciones, contextos y personas. Deja de estar predispuesto a pensar lo peor de las personas y a que ellos saben, piensan, quieren lo mismo o son iguales que nosotros. Cada persona reacciona diferente y cada suceso tiene su versión. Antes de anticiparte a pensar mal, busca el diálogo y permítele a la persona una explicación. No te anticipes ni permitas que la suposición te bloquee y obstaculice tu crecimiento personal. 
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Espero te sea de utilidad, Blanca

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