Por: Israel Manuel Fagundo Pino
Autoestima es un término que se ha hecho muy popular y que la gente
utiliza con frecuencia, tal vez sin una cabal comprensión de su
significado y lo que representa en nuestras vidas. He escuchado a
personas decir: "tengo la autoestima en el piso"; "esa relación acabó
con mi autoestima"; y podría citar muchos otros ejemplos. ¿Qué significa
autoestima?
La autoestima es el conjunto de conocimientos que
uno tiene acerca del mayor o menor valor de su propia persona. Es el
juicio personal de valía que se expresa en las actitudes que el
individuo adopta hacia sí mismo. Se trata de un sentimiento valorativo
de nuestro ser, de nuestra manera de ser, de quiénes somos, del conjunto
de rasgos corporales, mentales y espirituales que configuran nuestra
personalidad, implica aprender a querernos y respetarnos.
La
autoestima elevada aporta equilibrio personal, mientras que la baja
autoestima provoca mayor vulnerabilidad emocional. Se ha relacionado la
misma con la tolerancia al estrés: mientras mayor nivel de autoestima
tenga una persona mayor será su posibilidad de enfrentar situaciones
estresantes y, de forma general, responder mejor a las exigencias del
medio en que se desarrolla.
Una persona con baja autoestima suele
ser insegura, desconfía de sus propias facultades y a veces se resiste a
tomar decisiones por miedo a equivocarse. Necesita de la constante
aprobación de los demás pues por lo general tiene muchos complejos.
Suele tener una imagen desfavorable de sí, tanto en lo que se refiere a
rasgos físicos, como de su valía personal o carácter.
Todo esto
le produce un sentimiento de inferioridad y timidez a la hora de
relacionarse con los demás. Le resulta difícil hacer amigos nuevos y
está pendiente del qué dirán o pensarán, pues tiene un miedo excesivo al
rechazo, a que se le juzgue mal y se le abandone. La dependencia
afectiva que posee es resultado de su necesidad de aprobación, ya que no
se quiere lo suficiente como para valorarse positivamente.
La
autoestima se aprende, puede cambiar y la podemos mejorar.
Aproximadamente es a partir de los cinco años en que comenzamos a
formarnos una idea de cómo nos ven nuestros mayores (ya sean los padres,
otros familiares, los maestros, y otras figuras significativas).
También nos preocupamos por cómo nos ven los compañeros de escuela, los
amigos, y otras personas con las que nos relacionamos.
El
crecimiento en la familia es una etapa muy importante, porque desde muy
pequeño el ser humano comienza a desarrollar una idea de sí mismo, por
lo que si un niño, mientras está jugando con otros, se cae y se rompe la
ropa, y su madre le dice "eres un desastre", esta será la idea que se
cree de su persona.
La
manera de percibirnos y valorarnos repercute en nuestras vidas y va
pautando nuestro modo de proyectarnos en diferentes contextos y
situaciones, con mayor o menor seguridad y capacidad. Una persona que no
tiene confianza en sí misma, ni en sus propias posibilidades, tendrá
problemas para desarrollarse y enfrentar conflictos.
Esta falta
de confianza puede deberse a experiencias contraproducentes, como la que
expliqué de la madre que desvaloriza al niño por romperse la ropa
durante el juego, lo que constituye un mensaje de reforzamiento
negativo. Los mensajes de reforzamiento negativo denigran, inhiben y
provocan percepción de fracaso. Los mensajes de reforzamiento positivo
alientan y estimulan la autoconfianza y valía.
Otra de las causas
por las cuales las personas llegan a desvalorizarse es porque se les
compara con los otros, con un hermano o un compañero de clases;
destacando de éstos las virtudes en las que son superiores; así el
comparado desventajosamente siente que no llega a los rendimientos que
otros alcanzan, lo que refuerza sentimientos de incapacidad; sus seres
significativos lo descalifican y con ello no puede comprender que todas
las personas son diferentes, únicas e irrepetibles. Eso va
resquebrajando la posibilidad de la conformación de una buena
autoestima.
Renny Yagosesky, autor del libro "Autoestima en
palabras sencillas", considera que la autoestima es una función del
organismo y un recurso integral y complejo de autoprotección y
desarrollo personal. Es un constructo que trasciende la idea básica de
autovaloración, y aunque la incluye, va más allá e incorpora aspectos
biopsicosociales. Las debilidades de autoestima afectan la salud, las
relaciones y la productividad, mientras que su robustecimiento
potencializa estos elementos.
El profesor de Psiquiatría de la
Universidad de Nueva Cork, Luis Rojas Marcos, considera que la
autoestima es como el colesterol, hay una buena, que es la capacidad
personal para conseguir los objetivos en la vida y relacionarse con los
demás, y hay otra mala, la muy alta, que llega a resultar negativa, es
la que pueden tener los dictadores, los maltratadores, los acosadores en
los colegios, y otras personas que sin llegar a la violencia física se
creen superiores y subestiman a los demás.
Según como se
encuentre nuestra autoestima la misma puede ser motivo de éxitos y
fracasos en nuestras vidas. Una autoestima adecuada, vinculada a un
concepto positivo de sí, potenciará la capacidad de una persona para
desarrollar sus habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal,
mientras que una autoestima baja llevará a los sujetos a la derrota y el
fracaso.
Quizás el aspecto más importante de la personalidad de
cada uno es el concepto y valoración que tenemos de nosotros mismos, que
influye mucho en nuestra vida y en nuestra conducta. Es por eso que el
crecimiento personal empieza por el mejoramiento del concepto y la
valoración que tengamos de nosotros mismos.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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