Tomado de: http://www.mensajerodelapalabra.com/site/index.php/dios-desea-que-usted-experimente-una-vida-plena/
Artículo Original: http://www.mensajerodelapalabra.com/site/index.php/dios-desea-que-usted-experimente-una-vida-plena/
Escrito por: Escrito por Fernando Alexis Jiménez
Base Bíblica: Juan 15:16
Introducción:
Usted y yo fuimos concebidos por Dios con una condición de vencedores. Nos creó con enormes potencialidades que debemos desarrollar y que nos identifican como hombres y mujeres de éxito. Lograrlo no es un mero accidente sino el fruto de experimentar un encuentro personal con el Señor Jesús, que nos lleva a la transformación y crecimiento personal y espiritual. Si aplicamos cambios a nuestra forma de pensar y de actuar, avanzaremos hacia la figura de nueva criatura con la que Dios nos concibió desde antes de la fundación del mundo. ¿Está dispuesto a asumir el reto de experimentar un encuentro personal con el Señor Jesús?
I. Dios nos creó para que desarrollemos plenamente nuestras potencialidades
1. El camino al éxito, que es el pleno desarrollo de nuestras potencialidades, sólo se logra cuando emprendemos la transformación y crecimiento personal y espiritual.
2. El proceso de transformación y crecimiento personal y espiritual no sucede por accidente. Nadie tropieza con él.
a. Si queremos experimentar el camino al cambio y la transformación, es necesario un corazón dispuesto.
b. Debemos enfocarnos en mirar el potencial que Dios nos ha concedido más que en las debilidades y errores, que son los que debemos corregir.
3. Dios nos eligió como un pueblo especial, llamado a impactar y transformar el mundo (Juan 15:16)
a. Avanzamos en el proceso de transformación y crecimiento, no en nuestras fuerzas sino en el poder de Dios.
b. Fuimos elegidos por Dios para ser un pueblo especial.
c. Fuimos elegidos por Dios para llevar fruto permanente
4. El éxito sólo es posible si avanzamos en el proceso de transformación y crecimiento personal y espiritual, aplicando el principio de la perseverancia.
a. Los triunfadores aprecian los obstáculos como oportunidades para crecer
b. Los fracasados encuentran en los obstáculos y dificultades una excusa para no seguir adelante
II. ¿Qué papel juega la actitud en el proceso de transformación y crecimiento?
1. La actitud es un factor determinante en todo cuanto hacemos.
a. Nos ayuda a tener amigos o por el contrario, a granjearnos enemigos.
b. Nos permite avanzar por encima de las circunstancias o darnos por vencidos ante las dificultades.
2. Lo importante es la actitud que asumimos ante la familia, el trabajo, la iglesia, el desenvolvimiento social etc.
a. Nuestra actitud es la que marca la diferencia
b. Nuestra actitud determina si seremos vencedores en Dios o fracasados
3. Nuestra actitud está relacionada con la disposición de dejar aquello que nos perjudica y afecta a los demás (Salmos 37:8)
a. Dios transforma nuestra actitud (Salmos 37:2, 3)
b. Dios nos ayuda a avanzar en el proceso de transformación y crecimiento.
III. La transformación y crecimiento se evidencia con una nueva actitud.
1. Nuestra actitud constituye la impronta con la que llegan a conocernos quienes nos rodean (Mateo 5:14-16)
a. Nos convertimos en luz o en oscuridad para el mundo (v. 14)
b. No podemos ocultar al mundo quiénes somos realmente (v. 15)
c. Si experimentamos la transformación y crecimiento, mostramos al mundo el Dios en el que hemos creído (v. 16; Cf. 1 Pedro 2.11, 12)
2. Si nuestra actitud es correcta, enfrentará airosamente todas las adversidades que surgen al paso de los cristianos
a. Una actitud correcta se contagia
b. La actitud identifica al cristiano comprometido
Conclusión:
Nuestra actitud es determinante en todo lo que hacemos. Dios nos capacitó para asumir una actitud de fe, de esperanza y de victoria. Es un proceso en el que nos sometemos a Dios, corregimos errores y emprendemos la transformación en nuestra forma de pensar y de actuar. El propósito de Dios es para nosotros, que vivamos a plenitud.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
Introducción:
Usted y yo fuimos concebidos por Dios con una condición de vencedores. Nos creó con enormes potencialidades que debemos desarrollar y que nos identifican como hombres y mujeres de éxito. Lograrlo no es un mero accidente sino el fruto de experimentar un encuentro personal con el Señor Jesús, que nos lleva a la transformación y crecimiento personal y espiritual. Si aplicamos cambios a nuestra forma de pensar y de actuar, avanzaremos hacia la figura de nueva criatura con la que Dios nos concibió desde antes de la fundación del mundo. ¿Está dispuesto a asumir el reto de experimentar un encuentro personal con el Señor Jesús?
I. Dios nos creó para que desarrollemos plenamente nuestras potencialidades
1. El camino al éxito, que es el pleno desarrollo de nuestras potencialidades, sólo se logra cuando emprendemos la transformación y crecimiento personal y espiritual.
2. El proceso de transformación y crecimiento personal y espiritual no sucede por accidente. Nadie tropieza con él.
a. Si queremos experimentar el camino al cambio y la transformación, es necesario un corazón dispuesto.
b. Debemos enfocarnos en mirar el potencial que Dios nos ha concedido más que en las debilidades y errores, que son los que debemos corregir.
3. Dios nos eligió como un pueblo especial, llamado a impactar y transformar el mundo (Juan 15:16)
a. Avanzamos en el proceso de transformación y crecimiento, no en nuestras fuerzas sino en el poder de Dios.
b. Fuimos elegidos por Dios para ser un pueblo especial.
c. Fuimos elegidos por Dios para llevar fruto permanente
4. El éxito sólo es posible si avanzamos en el proceso de transformación y crecimiento personal y espiritual, aplicando el principio de la perseverancia.
a. Los triunfadores aprecian los obstáculos como oportunidades para crecer
b. Los fracasados encuentran en los obstáculos y dificultades una excusa para no seguir adelante
II. ¿Qué papel juega la actitud en el proceso de transformación y crecimiento?
1. La actitud es un factor determinante en todo cuanto hacemos.
a. Nos ayuda a tener amigos o por el contrario, a granjearnos enemigos.
b. Nos permite avanzar por encima de las circunstancias o darnos por vencidos ante las dificultades.
2. Lo importante es la actitud que asumimos ante la familia, el trabajo, la iglesia, el desenvolvimiento social etc.
a. Nuestra actitud es la que marca la diferencia
b. Nuestra actitud determina si seremos vencedores en Dios o fracasados
3. Nuestra actitud está relacionada con la disposición de dejar aquello que nos perjudica y afecta a los demás (Salmos 37:8)
a. Dios transforma nuestra actitud (Salmos 37:2, 3)
b. Dios nos ayuda a avanzar en el proceso de transformación y crecimiento.
III. La transformación y crecimiento se evidencia con una nueva actitud.
1. Nuestra actitud constituye la impronta con la que llegan a conocernos quienes nos rodean (Mateo 5:14-16)
a. Nos convertimos en luz o en oscuridad para el mundo (v. 14)
b. No podemos ocultar al mundo quiénes somos realmente (v. 15)
c. Si experimentamos la transformación y crecimiento, mostramos al mundo el Dios en el que hemos creído (v. 16; Cf. 1 Pedro 2.11, 12)
2. Si nuestra actitud es correcta, enfrentará airosamente todas las adversidades que surgen al paso de los cristianos
a. Una actitud correcta se contagia
b. La actitud identifica al cristiano comprometido
Conclusión:
Nuestra actitud es determinante en todo lo que hacemos. Dios nos capacitó para asumir una actitud de fe, de esperanza y de victoria. Es un proceso en el que nos sometemos a Dios, corregimos errores y emprendemos la transformación en nuestra forma de pensar y de actuar. El propósito de Dios es para nosotros, que vivamos a plenitud.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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