Por el Dr. Mercola
Fuente: http://articulos.mercola.com/
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Tomado de:
Agregar hierbas como el perejil y tomillo a su alimentación puede ayudar a aumentar su capacidad mental, cortesía de la apigenina.
La apigenina es un flavonoide presente en muchas hierbas, incluyendo el
perejil, el tomillo y la manzanilla, y algunas otras plantas como el
apio y otros vegetales.
Cuando los investigadores aplicaron
apigenina a las células madre humanas en un plato de petri, sucedió algo
extraordinario 25 días después, las células madre se habían convertido en neuronas (un efecto que no ocurrió sin apigenina).
Las sinapsis o conexiones entre
neuronas, también fueron “fuertes y más sofisticados”, lo que es crucial
para la consolidación de la memoria, el aprendizaje y la función
cerebral en general.
Los investigadores señalaron que la
apigenina se une a los receptores de estrógeno, lo que afecta el
desarrollo, la maduración, función y plasticidad del sistema nervioso.
Escribieron en la revista Advances in Regenerative Biology:
“… Con el simple hecho de agregar un compuesto vegetal llamando apigenina a las pluripontentes células madre humanas, se convierten en neuronas después de unos pocos días. También observamos que las neuronas podrían hacer conexiones más sofisticadas entre ellas después del tratamiento con este compuesto natural.
Esta observación sugiere que los flavonoides derivados de plantas pueden ser utilizados como una herramienta para la producción de neuronas en plato.
Además, dado que los flavonoides están presentes en grandes cantidades en algunos alimentos, podemos especular que una alimentación rica en flavonoides puede influir en la formación de las neuronas y en la manera en que se comunican dentro del cerebro”.
¿Cómo la Apigenina Podría Ayudar a Producir Nuevas Células Cerebrales?
El hecho de que la apigenina hace que las células madre se conviertan en neuronas es bastante notable. Se sabe que la neurogénesis,
o la capacidad de su cerebro para adaptarse y producir nuevas células
cerebrales, se ve influenciada por factores de estilo de vida,
incluyendo el ejercicio y la alimentación.
La apigenina puede ser un factor en
este último y puede explicar por qué los alimentos ricos en flavonoides
están relacionados a la neurogénesis. De acuerdo con la Universidad de
Stanford, los antioxidantes como los flavonoides promueven la
neurogénesis no sólo en una placa de Petri, sino también en cerebros de
roedores.
Los flavonoides, en particular,
aumentan la neurogénesis en el hipocampo de ratas estresadas,
posiblemente al aumentar el flujo de sangre al cerebro y/o al aumentar
los niveles de factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF). BDNF es
un notable rejuvenecedor en varios aspectos.
En el cerebro, el BDNF no sólo
preserva las células del cerebro existentes, también activa las células
madre del cerebro para convertirlas en nuevas neuronas y hace que su
cerebro se haga más grande.
La Apigenina También Podría Combatir el Cáncer
La salud del cerebro no es la única razón para incluir más alimentos
ricos en apigenina en su alimentación; también parece ser un potente
combatiente del cáncer. Cuando a los ratones se les inyectó células de
cáncer de mama humano, particularmente mortal y de rápido crecimiento, y
posteriormente fueron tratados con apigenina, el crecimiento canceroso
desaceleró y los tumores encogieron.
Los vasos sanguíneos que alimentan
los tumores también encogieron y restringieron el flujo de nutrientes a
las células tumorales, lo que les impidió consumir nutrientes necesarios
para propagarse. En 2013, la apigenina nuevamente mostró bloquear la
capacidad de las células de cáncer de mama para inhibir su propia
muerte.
Curiosamente, también se encontró que
el compuesto se une a 160 proteínas en el cuerpo humano, lo que sugiere
que tiene profundos efectos de amplio alcance en la salud (a diferencia
de los medicamentos farmacéuticos, que por lo general sólo tienen un
objetivo específico). Los investigadores explicaron:
“… A diferencia de los medicamentos de moléculas pequeñas diseñados para un objetivo específico, los fitoquímicos alimenticios afectan a un gran número de objetivos celulares con diversas afinidades que, si se combinan, pueden proveer sus reconocidos beneficios saludables.”
Incluso se ha encontrado que la
apigenina hace que el medicamento contra el cáncer de mama “paclitaxel”
sea un tratamiento eficaz. Y de acuerdo con International Journal of Oncology:
“La apigenina ha mostrado poseer notables propiedades antiinflamatorias, antioxidantes y anticancerígenas. En los últimos años, se han hecho importantes avances en estudiar los efectos biológicos de la apigenina a nivel celular y molecular.”
Puede Aumentar su Consumo de Apigenina al Comer Apio, Perejil y Más
La apigenina es más frecuente en el apio y el perejil, pero también se encuentra en muchos otros alimentos vegetales, incluyendo:
La apigenina incluso puede ser una razón por la que tomar té de manzanilla ha mostrado reducir el riesgo de cáncer de tiroides en hasta un 80 por ciento.
La exposición a la apigenina en los
humanos se produce principalmente a través del consumo de frutas y
vegetales cargados con apigenina, aunque los investigadores no están
seguros de la cantidad que es absorbida en el torrente sanguíneo.
Algunos de los estudios de
investigación utilizaron una inyección de apigenina, pero también puede
obtener cantidades biológicamente significativas a través de una
alimentación saludable. Los investigadores del estudio realizado en 2011
señalaron:
“…Parece que mantener un nivel mínimo de apigenina en el torrente sanguíneo es importante para retrasar la aparición de cáncer de mama…
Probablemente es una buena idea comer un poco de perejil… todos los días para garantizar la cantidad mínima. Sin embargo, también pueden encontrar este compuesto en suplementos… “
Cúrcuma: Una Especia con Potencial para Combatir el Cáncer y Aumentar la Capacidad Mental
El mundo de las plantas está lleno de ingredientes que pueden apoyar su salud. Otro alimento digno de mencionar es la cúrcuma,
cuyo ingrediente activo, curcumina, es beneficioso tanto para la salud
del cerebro como para la prevención/tratamiento del cáncer, al igual que
la apigenina.
La curcumina tiene potentes
propiedades anti-cáncer y también es capaz de atravesar la barrera
hematoencefálica, que es una de las razones por las que es prometedora
como un agente neuroprotector en una variedad de trastornos
neurológicos.
Los investigadores han investigado previamente la curcumina por su posible rol en mejorar la enfermedad de Parkinson
y de Alzheimer y daño por derrame cerebral. También puede promover la
salud del cerebro en general, gracias a sus potentes propiedades
antioxidantes y anti-inflamatorias.
Una de las formas en que funciona,
que es similar a la vitamina D, es al modular un gran número de genes.
Pero a diferencia de la vitamina D que influye en miles de genes, la
curcumina ha demostrado influir en más de 700 genes.
Otro compuesto bioactivo en la cúrcuma llamado tumerona aromática
puede aumentar el crecimiento de células madre neurales en el cerebro
hasta en un 80 por ciento en ciertas concentraciones. Las células madre
neurales son diferentes a las neuronas y desempeñan un rol importante en
la auto-reparación.
Los hallazgos sugieren que la
tumerona aromática puede ayudar en la recuperación de la función
cerebral en las enfermedades neurodegenerativas como el Alzheimer y
derrames cerebrales, siempre y cuando el efecto también se aplique en
los seres humanos.
La investigación anterior también ha
demostrado que la curcumina puede ayudar a inhibir la acumulación de
beta-amiloides destructivas en el cerebro de pacientes con Alzheimer,
así como también romper las placas existentes.
Ashwagandha Para Su Cerebro
Otra hierba menos conocida (al menos en los Estados Unidos) es la ashwagandha, una pequeña hierba perenne que ha sido una parte del sistema médico ayurvédico de la India desde hace miles de años.
Aunque a menudo es considerada como
una hierba para reducir el estrés y mejorar la energía y la vitalidad,
los investigadores de National Brain Research Centre (NBRC) han
realizado estudios con ratones donde sugieren que el extracto de
ashwagandha puede revertir la pérdida de la memoria y mejorar las
capacidades cognitivas en los ratones con la enfermedad de Alzheimer.
Al principio, los ratones con
Alzheimer eran incapaces de aprender o retener lo que habían aprendido,
pero después de recibir ashwagandha durante 20 días esto mejoró
significativamente. Después de 30 días, el comportamiento de los ratones
regresó a la normalidad. Los investigadores reportaron una reducción en
las placas amiloides (las placas amiloides, junto con nudos de fibras
nerviosas, contribuyen a la mala comunicación de las células cerebrales)
y mayor capacidades cognitivas.
En lugar de afectar directamente el
cerebro, los investigadores encontraron que la hierba fue efectiva al
impulsar una proteína en el hígado, que entra en el torrente sanguíneo y
ayuda a eliminar la amiloide del cerebro. Los investigadores
concluyeron, “El notable efecto terapéutico de W. somnifera
[ashwagandha]… revierte los déficits y la patología del comportamiento
que presentan los modelos con enfermedad de Alzheimer.”
Ginseng y Té Verde: Dos Compuestos Más para Mejorar su Capacidad Mental
El ginseng
americano es otra hierba beneficiosa que ha relacionado a un mejor
desempeño mental. Por ejemplo, se encontró que el ginseng americano
mejora la memoria laboral y el estado de ánimo en los jóvenes y adultos
de mediana edad. Otro estudio reveló un “mejoramiento robusto en la
memoria laboral después de proveer ginseng americano.” El té verde muestra ser prometedor para proteger la salud del cerebro.
En un estudio presentado en la
Conferencia Internacional sobre la enfermedad de Alzheimer y Parkinson
en 2015, las personas que tomaban té verde uno a seis días a la semana
tuvieron menos deterioro mental que las que no bebían. El té verde en
realidad no es una hierba, viene de la planta perene llamada Camellia sinensis (también el té blanco, negro, oolong y el oscuro).
¿Cuáles Son los Mejores Alimentos para el Cerebro?
Si desea aumentar su capacidad intelectual, una de las mejores opciones que puede hacer es comer más alimentos reales.
Dentro de los alimentos saludables están las vitaminas, minerales,
antioxidantes, y un sinnúmero de otros fitoquímicos para nutrir sus
células cerebrales (e incluso producir otras nuevas).
Considere ésto: las personas que comen muchas frutas y vegetales
(alrededor de 1.6 tazas, o 400 gramos) al día se desempeñan mejor en
pruebas cognitivas, mientras que las personas que comen mucho azúcar son 1.5 veces más propensas a desarrollar deterioro cognitivo leve que las que no consumen tanto.
El apio puede ser
particularmente beneficioso, ya que además de contener la apigenina,
también es una fuente rica de luteolina, un compuesto vegetal que puede
calmar la inflamación en su cerebro, que es una causa principal de la
neurodegeneración.
La luteolina también se ha
relacionado a una menor tasa de pérdida de la memoria relacionada con la
edad en los ratones, y a los ratones de más edad que llevaron una
alimentación complementada con luteolina, tuvieron mejores resultados en
tareas de aprendizaje y memoria. Además del apio, los pimientos y las zanahorias también son buenas fuentes de luteolina.
Las grasas omega-3
que se encuentran en el salmón silvestre de Alaska también son
importantes, ya que ayudan a combatir la inflamación en todo el cuerpo,
incluyendo en su cerebro, y ofrecen numerosas protecciones a las células
cerebrales.
Por ejemplo, un estudio publicado en la revista Neurology
encontró que “las mujeres mayores con los niveles más altos de grasas
omega-3… tenía una mejor mantenimiento cerebral a medida que envejecían,
en comparación con las que tenían niveles más bajos, lo que podría
significar que mantendrían mejor funcionamiento cerebral por uno o dos
años más.”
Otra investigación mostró que cuando a los niños se les dio un suplemento de omega-3,
hubo un aumento significativo en la activación en la parte de la
corteza dorsolateral prefrontal. Esta es un área del cerebro que está
relacionada a la memoria laboral. También notaron cambios en otras
partes del cerebro, incluyendo la corteza occipital (el centro de
procesamiento visual) y la corteza cerebelosa (que desempeña un rol en
el control motor).
Puede consumir grasas omega-3 en dosis terapéuticas al tomar un suplemento como el aceite de kril.
Pero, si desea una fuente alimenticia, el salmón silvestre de Alaska
(junto con las sardinas y las anchoas) son algunas de las mejores. Tenga
en cuenta que su cerebro no está “programado” para encogerse y fallar
como un proceso natural a medida que envejece. De hecho, usted puede
construir un cerebro más grande y mejor al hacer decisiones
inteligentes, incluyendo fortificar su alimentación con hierbas,
vegetales y grasas saludables.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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