El 'boom' del yoga o cómo conectar con tu verdadero yo
Por: María Luisa Parra
- Esta disciplina un modo de vida que mejora el estado físico mental y espiritual de quienes lo practican, un 12% de las personas de entre 18 y 65 años.
- Esta actividad cada vez más en auge calma la ansiedad, reduce el estrés, propicia el crecimiento personal e incluso mejora la vida sexual.
- “He aprendido a afrontar las cosas, a respirar antes de actuar en contra de alguien”, confiesa una yogui.
No sólo los famosos y las celebrities practican yoga. Esta
disciplina física, mental y espiritual está cada vez más extendida y
también se está contagiando entre los jerezanos y jerezanas. Trabajar
con niños y adolescentes con las hormonas rebeladas, con las mochilas
cargadas con las inquietudes de sus padres no es una tarea nada fácil.
Mercedes Santos la desempeña muchísimo mejor gracias al yoga. Esta yogui
desde hace años, docente, apasionada de su trabajo y muy vehemente,
nota la evolución experimentada: “Antes en seguida me alteraba, tenía
que controlarme para no tomarme las cosas muy a pecho. Todo lo veía
negro”. Ahora en cambio ha aprendido que las cosas pueden cambiar según
el modo en el que ella misma las mire. “He aprendido a afrontar las
cosas, a respirar antes de actuar en contra de alguien; he llegado a la
conclusión de que el hecho de yo manifestar mi ira personal contra las
cosas no iba a solucionar nada”.
Reducir el estrés, mejorar la salud, tener más calma, tranquilidad o
serenidad son varios de los motivos que llevan a practicarlo. Almudena
Plaza, profesora profesional de esta disciplina, ofrece una visión más
amplia y considera que no se trata de un deporte ni de mera meditación.
“Es un modo de vida. Logras mejorar a todos los niveles: anímico,
espiritual…”. Plaza estudió Bellas Artes, especialidad en diseño
gráfico, escenográfico e industrial, pero dejó de lado su profesión para
continuar su formación e impartir yoga en Jerez.
Actualmente un 12,03% de personas de 18 a 65 años de edad lo
practican. El 80% de las quienes asisten a las sesiones de Plaza son
mujeres entre 35 y 50 aproximadamente que quieren dedicarse tiempo a sí
mismas; algunas saben que es importante para encontrarse bien, afrontar enfermedades graves, crisis familiares. “Vas a la clases y
contrarrestas los efectos nocivos de los últimos días”, asegura la
profesora de origen madrileño. El Kundalini es la modalidad de yoga que
imparte. Este activa la energía sutil, pero infinitamente potente que
yace dormida en la base de la columna vertebral. Según explica, hace
posible que comienze a ascender por la columna vertebral y con la
ascensión de la Kundalini se siente un despertar físico, emocional y
espiritual pleno logrando reequilibrar cada uno de los siete chakras
principales - centros giratorios de energía que reciben, regulan y
distribuyen el prana, o la energía vital que fluye por los cuerpos-.
Aunque hay estudios que avalan que son los residentes en grandes
núcleos urbanos, y tienen estudios superiores, quienes en mayor medida
practican yoga actualmente. Almudena Plaza, deja claro que no es una
disciplina elitista aunque “sí requiere cierto nivel de conciencia e
intelectual, pero no quiere decir que no haya personas espirituales con
muchas necesidades básicas y que no se lo pueden permitir”. Lo cierto es
que este tipo de yoga puede ser practicado por todos,
independientemente de su condición física. “No soy nada deportista.
Tenía un año de gimnasio pagado y no iba. Ahora practico yoga el sábado
que es el único día de la semana que puedo y salgo de clase como en una
nube, como si tuviera un cuerpo y una mente nueva”, cuenta Mercedes
Palomo, de 32 años.
“Puedes ir a mil mezquitas, a mil iglesias y puedes no encontrar a dios porque la espiritualidad está dentro de ti y si encuentras ese punto externo no necesita nada más”
Los cursos se imparten en espacios diáfanos. Sobre la
esterilla realizan estiramientos con el objetivo de desbloquear el
cuerpo y lo órganos vitales. “Te pones en contacto con tu verdadero yo” y
los mantras ayudan a conectar con tu maestro. A continuación, comienza
el kriya, una secuencia de posturas que respetan unos tiempos, de
relajación y meditación. Esto último tiene un propósito marcado, y los
mantras son una de las herramientas para conseguirlo. “Es un yoga que se
ama o se odia; hay que practicarlo”, invita la profesora. Como una de
sus alumnas indica, la propia maestra resulta esencial. “Almudena es un
ser adorable, mágico, tiene en sí misma una gran espiritualidad, lo
transmite”, afirma Palomo. El yoga te ayuda a ponerte en contacto con tu
verdadero ser. “Puedes ir a mil mezquitas, a mil iglesias y puedes no
encontrar a dios porque la espiritualidad está dentro de ti y si
encuentras ese punto externo, no necesitas nada más”, asegura Almudena
Plaza, profesora de yoga.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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