Fuente: http://semillassolares.blogspot.com.es/
Tomado de: http://www.periodicodecrecimientopersonal.com/tienes-el-mismo-nombre-que-un-antepasado-tuyo/
¿Te llamas como alguno de tus progenitores o como algún otro familiar?
Es posible que estés viviendo una historia que no te pertenece.
Así lo explica Jodorowsky que al
llamar a un niño como a un familiar, “se le invita a que ocupe el lugar
del otro, porque un nombre tiene una historia y es muy posible que ese
niño, acabe identificándose con el destino de ese nombre”.
De hecho, hay niños que se llaman
como uno de los abuelos y que cuando hablan, parece que “el que está
hablando es el abuelo”.
”Hay un narcisismo cuando se pone el
nombre del padre al hijo, porque el padre quiere clonarse, marcarle un
destino a su hijo y condicionarlo a que viva cosas que él no ha podido
vivir”.
Pone como ejemplo el caso de María
del Carmen, con el mismo nombre de su hermana muerta, quien de niña, iba
al cementerio y se impresionaba al ver una tumba con su nombre y
apellido.
Hoy, a los 34 años, no le encuentra
sentido a la vida, padece depresión y lleva dos intentos de suicidio. Es
como llevar a su hermana fallecida ‘encriptada’, no consigue vivir su
vida porque siente que no la tiene, que ha venido a ocupar un vacío.
La recomendación es: “No repetir los nombres en la familia”.
¿Qué hacer cuando ya está hecho?
La solución es que la persona tome
conciencia de que tiene “la capacidad de elegir qué vida quiere vivir,
qué papel quiere tener dentro del núcleo familiar y recuperar el sentido
profundo de su existencia” .
Buscar para los hijos nombres que no formen parte del árbol genealógico pero que puedan ser afines al legado familiar.
Como legado se entiende aquel don que forma parte del linaje familiar para que lo haga florecer generación tras generación.
Hay por ejemplo, familias en los que
algún miembro ejerció de sanador, después otro fue enfermero y ahora hay
alguno que es médico.
El legado de esa familia sería dedicarse a la sanación.
El inconsciente familiar
”Trasladamos el inconsciente de
nuestro árbol genealógico por generaciones y esto nos hace proyectar
sobre los hijos lo que antes proyectaron en nosotros nuestros padres y a
la vez sobre ellos nuestros abuelos, de modo que los arquetipos se
adueñan de las familias de generación en generación”.
En el árbol familiar se repiten los
nombres, las profesiones, las circunstancias emocionales y sexuales e
incluso enfermedades, muertes y accidentes.
”Nuestra familia estaba cuando
llegamos y seguirá cuando nos vayamos, cada uno de nosotros tiene una
línea generacional que lo conecta con el primero de los hombres y la
primera de las mujeres”.
Ir a las raíces
La manera de romper este círculo es
ir a las raíces de ese árbol genealógico para conocer cómo es, de modo
que podamos disolver las cargas familiares con el fin de usar los
recursos propios para recuperar nuestra vida.
”Desde el mismo momento en el que
alguien toma conciencia de su sistema familiar, inicia un proceso de
sanación de su genealogía y la liberación de sus dinámicas ocultas,
disolviendo los tabúes y secretos familiares que enfermaban el árbol
genealógico”.
”¿De qué murió la hermana de María
del Carmen? Investíguelo. Pregunte hasta lo más insignificante, saque a
la luz los secretos, abra los cajones.
”Todo lo que se calla en una generación lo grita la siguiente”.
Esta es una manera de oxigenar un
árbol genealógico, garantizar sus dones, contribuir a su florecimiento
para que esas flores, se transformen en frutos.
Psicogenealogía
La psicogenealogía es el estudio
del inconsciente familiar a través del árbol genealógico. Así lo dice el
fundador de esta técnica en los años 80, Alejandro Jodorowsky, quien ve
en la psicogenealogía la posibilidad de liberarse de los antiguos
anclajes tóxicos que actúan sobre las personas y sobre familias enteras
de forma inconsciente.
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Espero te sea de utilidad, Blanca
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