Bienvenidos a Conociendo tu alma!

BIENVENIDOS A CONOCIENDO TU ALMA!!!

Infinitas gracias por estar aquí!. Sin cada uno de Uds. no sería posible seguir adelante. Este blog, lo he creado para brindarnos la oportunidad de descubrir en conjunto porque estamos aquí, cual es el motivo por el cual Dios nos envió a este mundo, por eso el nombre del blog: CONOCIENDO TU ALMA!!!

Si quieres formar parte de "Conociendo tu alma" solo envíame un correo a conociendotualma@gmail.com y te incluyo en la lista de distribución...

Mil bendiciones para tí!

lunes, 27 de septiembre de 2021

La relación más importante, CONMIGO MISMO

 TOMADO DE ECOSALUD

Eres la persona más importante de tu vida. Pasas 24 horas al día contigo. ¿Cómo transcurre esa convivencia? ¿Cómo tratas tu cuerpo? ¿Descansas? ¿Cómo te hablas? ¿Eres amable contigo mismo? ¿Cuánto te conoces? ¿Eres una prioridad para ti mismo?

Con demasiada frecuencia ponemos nuestro bienestar en manos externas. Culpamos a nuestros padres por las carencias de nuestra infancia, culpamos a nuestra pareja por no darnos lo que necesitamos. Y lo cierto es que la única relación que está realmente en nuestras manos es la que tenemos con nosotros mismos. Solo cuando asumimos esta importante responsabilidad, somos capaces de establecer vínculos saludables con el resto del mundo.

Solo nosotros podemos sanar nuestras heridas, incluso las más antiguas, las más inconscientes. En ellas reside la oportunidad de aprovechar esta vida para trascender y hacer que este viaje terrenal valga la pena. 

Cuando sientas que mereces más de los demás, que no eres tratado  con suficiente respeto, pregúntate: ¿cómo me trato yo? ¿Cuánto me doy? ¿Me respeto? ¿Reconozco mi valor? En la adultez, todos estamos llamados a ser nuestra propia madre. A nutrir nuestro cuerpo, mente y espíritu, a protegernos, a sanarnos, a divertirnos, a disfrutar de la vida. Entregar esa importante responsabilidad a otros es perder la valiosa oportunidad de hacer, de esta vida, una experiencia significativa  y trascendente, tanto para nosotros mismos como para quienes nos rodean. 

¿Te animas a encontrar la valentía de ser tú mismo?

Ejercicio para sanarte a ti mismo

1.       Cada vez que dudes de tu valor, repite en voz alta

Mentalmente esta afirmación:  "Yo me acepto y me apruebo completa y profundamente"  Cada vez que te reproches una equivocación, repite en voz alta o mentalmente: "Me perdono y vuelvo a empezar"

2.       Conócete:

Ir a terapia, conocer tu carta astral, tu diseño humano o busca herramientas o actividades que te ayuden a comprenderte mejor, es el primer paso para lograr la auto-aceptación y vivir en plenitud con lo que eres y no con lo que otros esperan de ti.

3.       Cultiva tiempo contigo mismo:

Practica un pasatiempo, ejercítate, medita, desarrolla una nueva habilidad, lee, baila, canta o cualquier actividad que te ayude a estar a gusto contigo mismo. Cultiva el placer de estar a solas contigo y disfrutar de ese tiempo.

4.       Cuídate:

Cuida la forma como te hablas. Cuida tu alimentación.  Ejercítate. Abandona tus vicios. No seas el último en tu lista.

 ¡Que todas tus relaciones sanen!

domingo, 19 de septiembre de 2021

MI PAREJA, mi espejo

TOMADO DE ECOSALUD

Cuando elegimos una pareja, inconscientemente buscamos una energía similar a la de nuestro sistema familiar. Lo natural es atraer personas que nos permitan vivir situaciones similares a las que experimentaron nuestros antepasados, para trascender esas dificultades y sanar el sistema desde el amor. 

El reto es hacerlo diferente, a nuestra manera, y para ello el primer paso es aceptar lo que haya ocurrido en el pasado de la familia, agradecerlo y decidir conscientemente escribir una nueva historia junto al compañero que hayamos elegido.

La base del equilibrio en la pareja es reconocernos como iguales (no hay nadie más grande o más pequeño, nadie debe dar más o menos que el otro), pero con roles diferenciados en el marco de los acuerdos desarrollados en la relación. De este modo cada quien cumple su función en el sistema familiar para vivir en armonía y equilibrio.

Reconoce todo lo que te gusta de tu pareja: eso eres tú, y cuando sientas que algo te molesta mírate también en ese espejo y reconcíliate contigo mismo. 

Criticar, por ejemplo, a la pareja por injusta o desconsiderada, implicaría evaluar, en un primer nivel, cuándo actuamos nosotros de esa manera y atender esos rasgos. 

En un segundo plano podemos mirar la lección que nos ofrece ese reflejo: ¿cuándo soy injusto o desconsiderado conmigo mismo? y también preguntarnos:  ¿me merezco estar en una relación así?. 

Una vez que sanes contigo, la imagen reflejada en el espejo cambiará. Cuando nos cuesta mantener una pareja o la vida con ella se torna  muy difícil, debemos mirar y sanar la relación con mamá, cuyo amor es la base del resto de los amores de nuestra vida.

Ejercicio para sanar tu relación de pareja 

  1. En cada situación, recuerda que el otro es tu reflejo.

Baja tu cabeza e intenta reconocer cuál es tu responsabilidad y asúmela con amor y humildad (a veces el esfuerzo más necesario se traduce en entregar menos, permitir que el otro actúe o que asuma su propia responsabilidad.

Asumir la nuestra no supone necesariamente elegir un rol activo dentro de un conflicto. A veces la acción más sanadora es la espera, el silencio, e incluso la renuncia.

       2.       En la vida cotidiana podemos repetir verbal o mentalmente

"Te tomo, te tomo, te tomo” para decidir que aceptamos al otro tal como es,  con su manera de amar y su historia familiar.

      3.       Resulta muy sanadora la práctica del Ho'oponopono

Y repetir mental o verbalmente: “lo siento, perdóname, por favor, gracias, te amo”. 

4.       Párate frente a un espejo y describe a la persona que ves frente a ti

Luego pronuncia el nombre de tu pareja (sino tienes pareja nombra a la última que tuviste o a quien consideres un gran amor en tu vida) y descríbelo con los mismos calificativos que utilizaste para ti. Dale las gracias y baja tu cabeza.

      5.       Toma una naranja, pícala por la mitad

Exprime las dos mitades y tómate el jugo repitiendo: tu y yo (refiriéndote a tu pareja o algún gran amor) somos parte de un todo que hoy yo integro a mi ser desde el amor.

 Un abrazo desde el corazón,

 



 

domingo, 12 de septiembre de 2021

LOS HIJOS, mi reflejo, mi proyección

 

Tomado de ECOSALUD

Cuando iniciamos la aventura de tener hijos debemos saber que nuestro modelo de crianza tiene su origen en la forma como fuimos criados nosotros. 

Nos comportamos con nuestros hijos por similitud o contraste con nuestros padres. 

¿Cómo fue el amor que recibiste de tus padres cuando fuiste niño? 

¿Ellos trabajaban mucho o más bien estaban contigo todo el tiempo? 

Tanto el abandono como la sobreprotección pueden ser formas de violencia que muchos hemos padecido durante la infancia y que, inconscientemente, podemos repetir a la hora de ser padres. La buena noticia es que nunca es tarde para mirar esas carencias o excesos y resolver los conflictos inconscientes que se hayan derivado de ellos, para poder escribir una historia nueva junto a nuestros hijos. Ellos nos muestran aquello que no ha sido resuelto en el sistema familiar y nos obligan, por amor, a sanar.
 
Para tener una buena relación con tus hijos, es esencial trabajar la relación contigo mismo. Buscar el equilibrio emocional es clave para ejercer la paternidad con conciencia. La valentía de ser padre reside en la voluntad de cultivar el ser,  sanar heridas y enfrentar miedos para detener la repetición de patrones familiares que trascienden de una generación a otra, porque los hijos son la oportunidad que te da la vida de aprender a amar incondicionalmente.

El reconocimiento de la pareja también es importante para que exista una conexión con los hijos, así como el respeto a los roles de cada progenitor en la familia. 

Esa idea de "yo soy padre y madre a la vez" es la fuente de muchas distorsiones familiares. 

Cuando queremos acaparar roles o  jugar un rol que no nos corresponde, le robamos a nuestros hijos su herencia ancestral.

Tus hijos son tu espejo, especialmente en el período que transcurre desde que nacen hasta que tienen unos 7 años. Su llanto, miedos y hasta sus malestares físicos son un reflejo de tu propio estado emocional. Tomar conciencia de ello nos invita a estar atentos a estas señales y a tomar responsabilidad sobre nuestra propia experiencia, sabiendo que nuestra energía influye sobre la de ellos, incluso antes de haberlos concebido.

Ejercicio para sanar la relación con tus hijos.

1.    Toma un álbum de cada uno de tus hijos

Mira las fotografías (todas las que puedas recopilar) de cada uno de ellos. 
Hazlo en orden comenzando por el mayor y con uno a la vez, tómate todo el tiempo que sea necesario para reconocerte en los ojos de cada uno. 
Registra cada emoción y déjala estar en tu cuerpo. Si tuviste pérdidas, otórgales su lugar y dales tu bendición

2.    Mírate en un espejo observa tu rostro y tu cuerpo, cierra los ojos 
E imagínate al padre o madre de cada uno de tus hijos, baja la cabeza ante el amor que creó la vida de tu hijo y dale las gracias por haber iniciado junto a ti la aventura de ser padres y conocer el amor incondicional

3.    Pronuncia el nombre de cada uno de tus hijos y repite (de uno en uno desde el mayor hasta el menor):
Tienes mi bendición si lo haces diferente. Te di la vida, haz algo bueno con ella

Bendiciones de luz para ti.