“La descendencia y el árbol guardan la memoria incluso de los que no han nacido, su existencia se manifiesta en los síntomas y los destinos de los familiares”
Peter Bourquin
Peter Bourquin
¿Sabías que desde el mismo momento en que somos concebidos ya pertenecemos a nuestro sistema familiar?
¿Y que cuando los olvidamos, los ignoramos, los estamos excluyendo y permitiendo que otro hijo vivo del sistema tome su lugar?
De esta forma entre hermanos, al existir un hijo no-nacido que ha sido excluido, se pierde el orden, y se comienza a vivir un rol que no les pertenece, con todas las implicaciones que ello puede traer.
Por supuesto esto puede suceder en la mayoría de los casos de forma inconsciente, como por ejemplo, un aborto en los primeros días de la concepción, en donde la madre no se enteró que tuvo una perdida
Por eso es tan importante que los padres, le den lugar a cada uno de sus hijos, si ellos lo hacen los hijos vivos son liberados de vivir una historia que no les pertenece.
Continuando con este tema, en el próximo artículo hablaré de un hijo no-nacido que no es fácil reconocer: El Hermano Evanescente.
Gracias por estar!
Recuerda: #conocernosnosdapoder
Un abrazo desde el corazón
Blanca De Leon
Consteladora Familiar y Fluvial
Consteladora Familiar y Fluvial
Maestra Reiki, Astrologa
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