Bienvenidos a Conociendo tu alma!

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Infinitas gracias por estar aquí!. Sin cada uno de Uds. no sería posible seguir adelante. Este blog, lo he creado para brindarnos la oportunidad de descubrir en conjunto porque estamos aquí, cual es el motivo por el cual Dios nos envió a este mundo, por eso el nombre del blog: CONOCIENDO TU ALMA!!!

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lunes, 18 de noviembre de 2019

VISUALIZACIONES Y MEDITACIONES SEGÚN CADA SIGNO


Feliz inicio de semana! Encontré esta información en mis archivos y me pareció interesante compartirla contigo, espero te resulte de agrado... la voy a entregar en varias partes hasta completar los doce signos. Hoy Aries, Tauro y Géminis. 


Presentamos distintos ejercicios especialmente preparados para aquellos que poseen un mínimo de conocimientos astrológicos, cuya práctica les permitirá introducirse en la esencia de sus signos solares..



ARIES: 

Visualicen un cielo completamente cubierto por oscuros nubarrones, densos, macizos. Sus colores son grises, negros, con reflejos violetas y púrpura. Casi no hay luz en esas nubes. Se mueven lentamente, pesadamente en la oscuridad. Debajo de ellas está el Océano. Plomizo, con olas gigantescas que se elevan amenazantes y caen pesadamente sobre sí mismas. Vean como surgen, densas, desde la profundidad, y como abren abismos en su ascenso. Observen todo ese movimiento de nubes y Océano, oscuro, lento, sin color. Y ahora vean un rayo que golpea las nubes, escuchen el fragor de un trueno, y vean un haz de luz solar que atraviesa la oscuridad y toca el mar. Y vean como desde el fondo del Océano se eleva un torbellino de fuego, rojo, ardiente, que avanza con fuerza terrible hacia la superficie. Vean como el fuego irrumpe entre las olas y como de el sale, dando un salto sobre las aguas un enorme carnero luminoso. Lleno de fuerza, lleno de luz, lleno de fuego. Vean como se eleva imponente sobre las olas y como ahora salta sobre la playa. En la playa sobre la arena brilla el sol. Allí todo es luz. Y el carnero corre, poderoso, hacia adelante en la arena dorada. Nada puede detenerlo. Vean su gran cabeza con cuernos en espiral. Sus ojos están clavados en la arena. No mira adónde va. Solo corre. Lleno de luz, lleno de fuego. A veces se agita. Cabecea para quitarse las algas del fondo del mar que aun cuelgan de sus cuernos y de sus patas. Y corre, corre, siempre hacia adelante. Entren en el carnero. Sean el carnero. Y sientan la energía que tienen, la potencia, la libertad. Solo desean correr; sentir sus músculos poderosos, sus patas golpeando el suelo. Sentir su fuerza. Sentirse... Sentirse... Ser... No miran hacia adelante. No hay paisaje. No les interesa. Solo existe la arena de la playa que pasa velozmente ante sus ojos, y esa sensación de potencia, de libertad. A lo lejos aun se escucha el fragor del Océano. Y ustedes siempre corren hacia adelante. Sintiéndose ser energía... Ser luz... Ser fuego... Sintiéndose ser... Ser.

TAURO:

Visualicen nuevamente al carnero. Véanlo correr; siempre. Pero ahora esta cansado. Jadeante. Esta exhausto. Sus patas ya no tienen la fuerza de antes. Se siente débil. Tiene hambre... Hambre. Necesita detenerse aunque no quiera. Ya no puede avanzar. La playa ha terminado. Vean como aparece ante ustedes una hermosa pradera, extensa, abierta. De pastos verdes, altos, frescos. Con árboles llenos de frutos y de flores. Escuchen el canto de los pájaros. El cielo es muy azul, sin nubes. Vean mariposas de hermosos colores y abejas que zumban de flor en flor. Escuchen el ruido del agua entre las piedras de un arroyo. Todo esta lleno de vida. De vida exuberante, fecunda. Y esta en paz. Todo crece en paz. Y el carnero comienza a alimentarse en esa paz. Y al hacerlo crece. Crece y se transforma. La luz del carnero va dejando lugar a la forma oscura de un enorme toro negro. De grandes y blancos cuernos. Véanlo, imponente, pero muy quieto. Solo come. Come y crece. Cada vez mas, en medio de toda esa vida. Acérquense al toro. Vean sus movimientos lentos, muy lentos, pero firmes, muy firmes. Vean su enorme cuerpo. Acérquense mas a el y acarícienlo. Sientan a través de su mano la vida potente que hay en ese cuerpo tan sólido y firme, y entren en el toro. Sean el toro. Y sientan su cuerpo, enorme. Y sientan como están firme-mente posados sobre la tierra. Extendidos sobre la tierra. Sólidos. Seguros. Sientan como no hay necesidad de moverse. Todo es lento en ustedes. Pero la fuerza es inmensa. Conéctense con las sensaciones del toro que son. El estremecimiento de ese cuerpo. Sientan la vida que tienen dentro. La vida fecunda que son. Vida potente que quiere recibir vida y dar vida. Sientan el deseo. El hambre. Y coman esa hierba que es vida. Saboréenla. Gusten la vida en esa quietud. Vean la tierra negra, grasosa, el humus lleno de vida del cual surgen los pastos. Así son ustedes. Así es el toro. Sientan su cuerpo crecer cada vez mas, lentamente, y contemplen otra vez ese paisaje. Vean su paz. Su belleza. Sientan como su frente se abre. La frente del toro esta abierta de luz. Viendo la belleza de la vida, quieta, fecunda. Generadora de infinitas formas. Ante sus ojos y dentro de ustedes fluye la vida. Adentro y afuera. La potencia de la vida... La vida.

GEMINIS:

Vean ahora como el toro se estremece. Brama. Se agita. El toro ha seguido creciendo y ahora tiene dimensiones gigantescas. Su inquietud aumenta. Sus bramidos son terribles. Algo se mueve dentro de el, pugna por salir. Vean como el paisaje ha desaparecido. El gigantesco toro esta suspendido en el espacio y se retuerce furiosamente. Terriblemente poderoso. Una enorme masa oscura, llena de vida en agitación. Bramando, abre su boca enorme, y vean como de ella comienza a salir un gigantesco huevo. Muy blanco, muy brillante, va emergiendo de la boca del toro negro, hasta que sale completamente y cae en el espacio. Y ahora vean como el huevo se abre. En dos mitades. Y de ellas surge un niño. Un hermoso bebe dorado, que rie. Ríe, ríe. Vean sus ojos brillantes, despiertos. Vean su alegría. Esta jugando. Jugando con un montón de cubos. Cubos de luz y de oscuridad. Blancos y negros. Fríos y calientes. Livianos y pesados. Grandes y pequeños. Vean como los mira atentamente. Como los toca y los dispone en orden, uno por uno y va creando formas. Formas muy hermosas y variadas. Y de pronto con sus manitos las derriba. Y se ríe. Véanlo reírse. Esta lleno de alegría y de inocencia. Vean como construye y destruye, lleno de vida. Juega. Ríe. Acérquense mas a el. Tóquenlo. Perciban su vitalidad. Y ahora entren en el. Sean el niño dorado. Sientan dentro de ustedes la alegría, la frescura, la inocencia de ser niño dorado. Siéntanse rodeados de estrellas y siéntanse brillantes y vivos como el sol. Y vean a su alrededor los cubos, los infinitos cubos negros y blancos que los rodean. Ustedes están en el centro y ellos están allí para jugar. Obsérvenlos atentamente. Cuan maravillosos son. Tóquenlos. Descúbranlos y vean como pueden combinarlos. De miles de formas diferentes. Siempre nuevas. Sorprendentes. Y sientan la alegría de jugar, jugar, jugar. Construyan y de un solo golpe destruyan lo construido. Y rían. Y vean como aparece otra cosa sorprendente. Construyan y destruyan. Combinen, reúnan, ensamblen y deshagan, dispersen. Sientan toda la alegría de poder hacerlo sin limites. Sientan la inocencia del juego. Revuélquense entre los cubos maravillosos, riendo, jugando. Infinitamente.

Hasta la próxima semana, que realizare la próxima entrega ...
Blanca

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