Fuente: http://larutadelailuminacion.blogspot.com.es/
Esta es mi percepción, si eres infeliz, encontrarás a alguien que es infeliz.
La gente infeliz se siente atraída por la gente infeliz.
Y está bien, es natural.
Está bien que la gente infeliz no se sienta atraída por la gente feliz;
de lo contrario, destruiría su felicidad. Está perfectamente bien.
Sólo la gente feliz se siente atraída por la gente feliz.
Sólo una persona amorosa -alguien que ya es amoroso-
es capaz de encontrar la pareja adecuada.
Y está bien, es natural.
Está bien que la gente infeliz no se sienta atraída por la gente feliz;
de lo contrario, destruiría su felicidad. Está perfectamente bien.
Sólo la gente feliz se siente atraída por la gente feliz.
Sólo una persona amorosa -alguien que ya es amoroso-
es capaz de encontrar la pareja adecuada.
Los iguales se atraen. Las
personas inteligentes se sienten atraídas entre sí; las personas menos
inteligentes se atraen mutuamente. Te conectas con personas de tu mismo
nivel. Así que lo primero que hay que recordar es: una relación
que se ha originado en la infelicidad se volverá amarga. Primero sé
feliz, alegre, celebra y sólo entonces encontrarás otra alma que esté
celebrando y habrá un encuentro de dos almas bailando juntas y una danza
maravillosa surgirá de ahí.
Si eres capaz de ser feliz cuando estás solo, habrás encontrado el secreto de la felicidad.
Entonces serás capaz de ser feliz en pareja. Si eres feliz, entonces
tendrás algo que dar, que compartir. Porque cuando das, también recibes;
no al contrario. Entonces surge la necesidad de amar a alguien.
Normalmente tienes la necesidad
de ser amado por alguien. Es una necesidad equivocada también. Es una
necesidad infantil; denota tu inmadurez. Es la actitud de un niño.
Nace un niño. Naturalmente, el niño
no puede amar a su madre; no sabe qué es el amor y no sabe quién es su
madre ni quién es su padre. Está absolutamente indefenso. Su ser no está
todavía integrado; no está formado, no es uno todavía. Es sólo un
potencial. La madre tiene que amarlo, el padre tiene que amarlo, toda la
familia ha de volcar su amor en él. Ahora él aprende algo: que todos
deben amarlo. Él nunca aprende que debe amar. Ahora el niño crecerá, y
si permanece estancado en esta actitud de que todos deben amarle,
sufrirá por el resto de su vida. Su cuerpo habrá crecido, pero su mente
permanecerá inmadura.
¿Es posible que dos personas
en una relación amorosa se dañen mutuamente?» Si, de hecho es lo que
está ocurriendo en todo el planeta. El «ser bueno» es muy difícil. Ni
siquiera eres capaz de ser bueno contigo mismo. ¿Cómo vas entonces a
ser bueno con alguien más? ¡Ni siquiera eres capaz de amarte a ti mismo!
¿Cómo vas a amar a otro? Primero aprende a amarte, aprende a ser bueno
contigo mismo.
Tus «santos religiosos» te han
enseñado a no amarte, a no ser bueno contigo mismo. ¡Sé duro contigo! Te
han enseñado a ser blando con los demás y estricto contigo mismo. Esto
es absurdo. Yo te enseño que lo primero y más importante es ser amoroso
contigo mismo. No seas duro, sé blando. Cuida de ti mismo. Aprende a
perdonarte — una y otra y otra vez — siete veces, setenta y siete veces,
setecientas setenta y siete veces. Aprende a perdonarte. No seas duro;
no te enfrentes contigo mismo. Y así florecerás.
En ese florecimiento atraerás a otra flor. Es natural. Las piedras atraen a las piedras; las flores atraen a las flores.
Entonces se crea una relación bella, con gracia. Si puedes entablar una
relación así, tu relación crecerá, se convertirá en una oración; tu
amor se convertirá en éxtasis y a través del amor conocerás lo divino.
--------------------------
Espero te sea de utilidad, Blanca
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Tu opinión es valiosísima!!! Pero recuerda, las consultas personales no se responden por este medio.